- Ipurua
El Arrate tendrá que esperar para estrenarse
ARRATE 23 TEKA CANTABRIA 25 J.D. Arrate: Malumbres, Ivo Díaz (6), Gamboa, Carous,
Davor Cutura (3), Martins (4), Nunes (2) siete inicial;Jurkiewicz (3),
Dalibor Cutura (1), Chelu Cid (1), Arroyo (2), Panadero (2), Vucinic, Jaíto y
Salaberria. Teka Cantabria: Jorge Martínez, Brajkovic (6), Milosajlevic (4),
Gautschi (4), Río (3), Kozomara, Zvizej (6) siete inicial, Manolo
López, Martínez, Arkaitz Vargas, Angel, Reñones y Lamadrid. Arbitros: Muro San
José y Rodríguez Murcia. Exclusiones a Gamboa, Salaberria, Brajkovic, Arkaitz
Vargas, Milosajlevic y Kozomara. Parciales: 2-2;4-5;7-8;9-10;10-11
(descanso);13-14;14-17;16-18;17-19;19-21;23-25 (final). Incidencias: Algo más de
un millar de espectadores en Ipurua. Entre ellos, el presidente de la Federación
Española José Luis López Rekondo.
EIBAR Tres jornadas después, el Arrate sigue sin conocer la victoria. Y lo que es peor aunque afortunadamente con solución, dadas las alturas de la temporada a las que nos encontramos, ha caído a puestos de descenso.No en vano su segunda derrota consecutiva se produjo a manos de un Teka Cantabria cuyo casillero estaba a cero hasta ayer. La cosa puede ser peor:si el Antequera gana hoy, los albiazules caerán al farolillo rojo, aunque el complicado envite del cuadro andaluz, ante el Ademar, lo hace complicado. El partido estuvo siempre del lado visitante, gracias a una fuerte defensa, a la entonada actuación de su guardameta Jorge Martínez y, también, a la escasa puntería de los artilleros eibarreses. Sobre todo Davor Cutura, bastante alejado ayer de sus números habituales. Aún así, el Arrate mantuvo el tipo en el primer tiempo, en el que su rival nunca acumuló una ventaja superior a los dos goles. Aunque también fue entonces cuando los de Viktor Debre desaprovecharon una de sus opciones más claras:sendas contras resueltas por Malumbres a las que no supieron responder sus compañeros. La cosa fue a peor en el segundo tiempo. El Arrate se acercó hasta el 1415, momento elegido para los cántabros para poner tierra de por medio;incluso con un hombre menos sobre la cancha alcanzó su ventaja máxima cuatro goles. La reacción final hizo soñar con la remontada pero no evitó que la escuadra albiazul acabase hincando la rodilla.
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