Sin alardes ni artificios ­aunque para alguna de las presentes el fondo que se proyectaba tras la mesa de oradores le hacía recordar a ‘‘Gran Hermano’’­, así levantó ayer a mediodía el telón, en lo que antes fueron unos míticos cines de la capital bilbaina y hoy es la sede de Euskatel en la neurálgica Gran Vía, el ilusionante proyecto audiovisual Hamaika Telebista Hedatzeko Taldea.Y fue ilusionante porque esa fue la palabra que más saltó de boca en boca y de corrillo en corrillo entre los numerosos invitados a este prólogo de lo que se espera sean las futuras televisiones locales en euskara.

La cita era a las 11.30 y minutos antes de la hora prevista, algunos de quienes iban a explicar poco después los objetivos de este proyecto, como Gorka Altuna, Joanmari Larrarte o Mikel Astorkiza, hacían las veces de anfitriones para los numerosos invitados que llegaban en goteo. Mientras la espera se alargaba, se podía ver a algunas caras conocidas como al comentarista de pelota Josetxo Lizartza conversar con su compañero de cadena Kristian Piellhoff, quien pone la cara y las mañas en el programa ‘‘Bricomanía’’. O al secretario general de LAB, Rafa Díez, dialogar con Martin Garitano en otro grupito. Luego haría lo propio con su homólogo de ELA, José Elorrieta. También se dejó ver en el lugar Pedro Macho, del sindicato STEE-EILAS. Germán Kortabarria, segundo de abordo en ELA, no dudó en calificar de «gran noticia» la presentación de esta plataforma, porque «si algo necesitamos en este país y en el mundo del euskara son proyectos unitarios como éste, por encima de otras diferencias y donde la gente esté dispuesta a trabajar de manera conjunta».

Hubo muchos representantes de medios de comunicación, como Mertxe Aizpurua y Josu Juaristi, director de GARA, Hur Gorostiaga, de ‘‘Le Journal’’, Martxelo Otamendi, de ‘‘Berria’’, Enrique Santaren, de ‘‘Deia’’, o Julio Iturri, del ‘‘Diario de Noticias de Alava’’. Entre todos ellos, Andoni Ortuzar, director general de EITB, fue uno de los que más tardó en abandonar el lugar.

Por allí andaban también el manager general del Euskaltel Euskadi, Miguel Madariaga, acompañado de su mano derecha, Alvaro González de Galdeano, quienes a requerimiento de un fotógrafo secundaron al recién llegado Kepa Junkera. No fue la única representación ciclista, pues por allí se dejaron ver la nueva apuesta vasca, Igor Anton, junto a otros nombres consagrados como Roberto Laiseka o Iñigo Landaluze. En representación de Euskatel, pero en su vertiente telefónica, Paco Allende, alto directivo del operador telefónico.

Entre saludos y conversaciones, con música de Benito Lerxundi de fondo, los oradores subieron al estrado y, uno por uno, dieron lectura a los discursos, que se prolongaron poco más de quince minutos. Luego, foto de familia histórica de los impulsores de Hamaika ­aunque sólo fueran seis­ poniendo cada uno su mano sobre la de sus compañeros de aventura y, a renglón seguido, un ágape con el que amenizar el encuentro de muchos viejos conocidos.

El primero en abandonar la sede de Euskaltel fue el presidente del BBB del PNV, Iñigo Urkullu, al que el protocolo le sentó codo con codo con Rafa Díez. También tenía prisa el catedrático y escritor Gotzon Garate, al que arrastraron hacia una de las fotos de grupo de los asistentes, como si de una página de crónica social se tratara. A su salida, el propio autor dejaba su impresión sobre el proyecto recién desvelado: «Me ha parecido muy bien porque presenta un proyecto muy bueno para la lengua vasca. Es muy agradable ver, además, que hay gente de ideologías diferentes, con lo cual creo que se admite el presupuesto de que la lengua vasca es lengua de todos los vascos, lo mismo que el español es de todos los españoles. Además, creo que este proyecto va a llenar un agujero en la televisión. Los niños euskaldunes hasta los 13 años encuentran en ETB materia interesante para ellos, pero luego tienen que acudir, y les comprendo, a la Televisión Española. Quizás este proyecto llene ese agujero».

No fue la única presencia de las letras en esta presentación. Laura Mintegi fue otra de las caras conocidas, como otras gentes del mundo cultural, caso de Alex Sardui, vocalista de Gatibu, o Itziar Nogueras, de Elhuyar. O el propio Kepa Junkera, que no reparó el alabanzas al proyecto. «Me parece interesante y demuestra que poco a poco se van haciendo cosas, que necesitamos nuestro tiempo, pero es un proyecto que auna, que va a ser un apoyo para el euskera, que va a normalizar cosas, que por encima de siglas hay una unión en la que yo creo. Y sobre todo, los jóvenes serán unos de los grandes beneficiados de este proyecto».

Gente también de la educación, como los profesores universitarios Edorta Arana o Jon Amezaga. El catedrático Ramón Zallo, también asesor de Cultura del Gobierno de Lakua, también nos dejó sus impresiones sobre lo escuchado: «Es una iniciativa magnífica, que garantiza ofertas de programación en euskara de calidad y que va a permitir a esa programación competir en condiciones con otras. Y eso sólo se puede hacer mancomunando esfuerzos desde trayectorias distintas y que ponen en común saber hacer, prestigio social y afán de un territorio compartido abierto a los que saben euskara». Una iniciativa que reconoce no será sencilla, «pero vivimos momentos esperanzadores que permiten acuerdos como éstos, que son anuncio de cambios que se van a ir introduciendo en las relaciones sociales y políticas, y esto sí es una noticia inmejorable».

No podían faltar a este histórico estrechar de manos representantes del ámbito euskaldun. Fue el caso de Andrés Urrutia, presidente de Euskaltzaindia, Koldo Tellitu, de Partaide, Mertxe Mujika, de AEK, Rebeca Arrasats, de Kontseilua ­y cuyo bolso rojo con forma de regadera fue la sensación­, o una cara veterana como la de Xabier Mendiguren, quien dijo asistir al embrión de un proyecto «muy necesario e ilusionante. Tengo la impresión de que esto va a marcar el comienzo de otros proyectos y, realmente, en este momento nos hacen falta cosas de este cariz. Les auguro todo el éxito, porque tienen capacidad probada y tengo la certeza de que van a acertar». También asistieron Gotzon Lobera, director de Euskara de la Diputación vizcaina, o Igone Etxebarria, directora de Promoción del Euskera de Política Lingüística.

Paul Bilbao, de Behatokia, lo valoró como «un proyecto positivo, porque en el mercado televisivo los vascohablantes no tenemos muchas oportunidades de recibir la información en euskara y esto será una manera de garantizar este derecho, máxime cuando están empresas importantes. Hoy es un día importante en Euskal Herria».

De esa televisión que se hace en euskara pudimos ver por allí a Estitxu Fernández, presentadora del programa ‘‘Bertatik Bertara’’, y muy satisfecha por lo oído. «Se nota entre los que estamos aquí que estamos muy ilusionados, un proyecto que ves a sectores muy diferentes. Cuando les he visto darse la mano y sacarse la foto he pensado que era algo histórico. Es un trabajo a largo plazo, difícil, porque son gentes diferentes, pero el futuro es lo que han dicho, elkarlana».

Pero si a alguien vimos ilusionada con este alumbramiento fue a la deportista Josune Bereziartu, quien admitió que «me siento muy euskaldun y me gusta mucho el euskara», para a renglón seguido valorar que «realmente si no se hacen estas cosas el euskara por sí solo se puede quedar en el aire y estos impulsos me parecen precisioso, me emocionan y siempre digo lo mismo, que para todo este tipo de iniciativas yo me presto de cabeza. Me parece una iniciativa preciosa, difícil porque es un mundo de empresas privadas, pero difícil para todos los euskaldunes. Pero bueno, si ponemos nuestro grano de arena, puede salir adelante». El mundo pelotazale también asistió a la invitación, con varios manistas de Asegarce, encabezados por Oinatz Bengoetxea.

A la carrera conseguimos también unas palabras del periodista de Irratia.com Patxi Gaztelumendi. «Lo más importante que me ha parecido son los componentes del proyecto. Se ve que en Euskal Herria hay que crear nuevas voces y se ve que hay voluntad y ganas de hacer algo diferente. Pero insisto en lo dicho sobre los componentes de Hamaika, desde Euskaltel a Gara, y espero que sea una realidad cuanto antes».

La política tampoco se ausentó. Si Iñigo Urkullu lo hizo con prisas, otros rostros, pocos, departieron un rato más, como Marije Fullaondo, de Herritarren Zerrenda, Juan José Petrikorena, de Batasuna, o Mikel Basabe, de Aralar. Y como ellos un buen número de personas de todos los ámbitos de Euskal Herria, como Xabier Isasi, del observatorio Gaindegia, Josean Muñoz, responsable del proyecto cultural Tabacalera, rostros de sobra conocidos como Xabier Oleaga o Joanmari Torrealdai, entre otros muchos. -