El ex subdirector de Langraiz niega las acusaciones
·Sostiene que las mujeres presas que lo han denunciado por acoso sexual mienten
Durante la declaración de ayer en los juzgados de Gasteiz, en la que tampoco hubo ningún representante de la Fiscalía, el ex subdirector de Seguridad de Langraiz subrayó su inocencia ante las acusaciones de acoso sexual y coacciones que le imputan cuatro presas. Aseguró que éstas mienten.
GASTEIZ
Mariano Merino, ex subdirector de Seguridad del centro penitenciario de Langraiz, prestó ayer declaración por cuarta vez en los juzgados de Gasteiz, en calidad de imputado, por supuestos delitos de coacciones y acoso sexual. Asistido por un abogado del Estado y sin la presencia, una vez más, de un representante de la Fiscalía, éste negó los hechos denunciados por cuatro mujeres presas. Declaró que nunca había hecho proposiciones sexuales a ninguna reclusa y que «todo lo demás son invenciones con fines espúreos».
Salhaketa informó de que en alguno de los casos sobre los que se le preguntó, Merino no sólo dijo que no había intentado nada con la presa denunciante, sino que era ella la que pretendía algo con él, diciendo que «tenía la impresión de que le gustaba a ella». También rechazó haber intentado besar, abrazar o «tocar el culo» a ninguna reclusa, ni haber ofrecido beneficio penitenciario alguno a cambio de favores sexuales.
Preguntado sobre los encuentros mantenidos con una presa en determinados despachos, aseguró no recordarlo, declarando luego que no se ocultó detrás de ninguna puerta con dicha presa, «entrando así en contradicción con lo testificado anteriormente tanto por las presas como por ciertas funcionarias», afirmó la asociación de apoyo a presos. El acusado sostuvo que las presas que le denuncian mienten.
Salhaketa resaltó que en su negativa de todas las acusaciones, el imputado «ha entrado en contradicción con lo testificado tanto por varias presas como por varias funcionarias». Valoró, asimismo, positivamente el hecho de que el Juzgado de Instrucción nº 2 de Gasteiz prosiga con la investigación de los hechos, esperando que así se consiga el esclarecimiento final de las presuntas irregularidades ocurridas en el interior de la prisión de Langraiz, mientras Merino ostentó el cargó de subdirector de Seguridad.
Mostró su confianza en que esta investigación judicial sirva para reivindicar «la dignidad y los derechos de las personas privadas de libertad» y para depurar las responsabilidades individuales y institucionales que pudieran darse en cada caso.
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