- Crisis en el Athletic -
Cinco directivos más abandonan el club
·Pese a la cascada de dimisiones, la Junta Directiva anuncia su intención de seguir adelante con el proyecto
BILBO
«Creemos que lo mejor es que desaparezca ese elemento de distorsión que soy yo», decía Fernando Lamikiz el miércoles, aproximadamente a las ocho de la tarde, intentando poner fin a la crisis que envolvía al Athletic. Que sigue envolviendo, más bien, porque la marcha del ya ex presidente no ha conseguido cerrar la herida.Todo parece indicar, de hecho, que Ana Urkijo lo tendrá muy difícil para cumplir con la intención anunciada durante la Asamblea de Compromisarios y confirmada ayer de agotar la legislatura, bien porque las dimisiones dentro de la Junta alcancen el 50% y fuercen la convocatoria de elecciones, bien porque su número sea lo suficientemente alto como para debilitar en extremo la posición de la nueva presidenta. De momento, ya son nueve los directivos que han presentado su dimisión. Lo hicieron hace ya algún tiempo Peio Salaburu y José Miguel Lanzagorta, el miércoles Juan Ignacio Bustamante y Fernando Lamikiz, y otros cinco en la jornada de ayer, tal y como confirmó la propia Ana Urkijo en una improvisada rueda de prensa, al filo de las nueve de la noche. Y es que durante la jornada no hubo noticias oficiales al respecto. Desde el club sólo se comunicó que la Junta se reunía en Ibaigane para realizar un balance sobre la Asamblea de Compromisarios de la víspera y que en ningún caso habría comparecencia pública alguna hasta, por lo menos, la jornada de hoy, pero los rumores no dejaron de sonar, y crecer, a lo largo de todo el día. Rumores que finalmente quedaron confirmados cuando, una vez concluida la reunión, Ana Urkijo leía un comunicado en el que se explicaba que la Junta había aceptado las dimisiones del tesorero Gorka Izagirre que ya había anunciado con anterioridad su intención de abandonar el club, tras el affaire Clemente, Jesús Mari Beristain, Ibon Urizar Azpitarte, el adjunto a la presidencia Pedro Campos y la mano derecha de Fernando Lamikiz, Eukeni Olabarria. Al parecer, las disensiones en la Junta, que ya se pudieron vivir durante las maratonianas reuniones de lunes y martes y que desembocaron en la dimisión de Fernando Lamikiz, se habrían reavivado tras la dimisión de Juan Ignacio Bustamante el principal defensor de la continuidad de la Junta pese a la marcha del presidente, que ninguno de sus compañeros de directiva conoció hasta el mismo momento de su anuncio.
En cuadro
La primera consecuencia ha llegado en forma de dimisiones en cadena. La segunda podría hacerlo en forma de elecciones adelantadas, la solución que nadie deseaba.Y que de momento no se producirá, a tenor del comunicado leído ayer por la presidenta, en el que aseguraba que «el grupo de la Junta Directiva tenemos la misma intención que expresamos en la Asamblea de Compromisarios, seguir adelante con el proyecto». Lo cierto es que la directiva se queda en apenas doce miembros. Si se marcharan dos más la Junta estaba compuesta inicialmente por 21 miembros, la convocatoria de elecciones sería forzosa. No lo es en estos momentos, pero es indudable que la situación de Urkijo y quienes se mantengan en su nave puede resultar insostenible. Si finalmente acaban por presentar también su dimisión, los pasos a seguir serían similares en ambos casos:constitución de una junta gestora y convocatoria de elecciones un mes después del cese. Cuarenta días después, como máximo, los socios rojiblancos tendrían que pasar por las urnas. De momento, el club ha convocado una rueda de prensa para hoy, en la que la Junta dará a conocer lo sucedido estos días y sus intenciones de futuro.
Un lustro de continuos
movimientos
El sillón presidencial y el banquillo del Athletic han registrado un movimiento inusitado en los últimos años, señal, en la mayoría de los casos, de que las cosas no han marchado bien.Concretamente, han sido cuatro presidentes y cinco entrenadores los que ha conocido el club rojiblanco durante el último lustro. Una situación excepcional, como demuestra el hecho de que en los últimos cinco años haya habido tantos presidentes Javier Uria, Ignacio Ugartetxe, Fernando Lamikiz y, ahora, Ana Urkijo como en los 29 anteriores Beti Duñabeitia, Pedro Aurtenetxe, José Julián Lertxundi y José María Arrate. Pero la enfermedad y el posterior fallecimiento de Uria, el convulso y corto mandato de su sucesor Ugartetxe y las continuas polémicas que han acompañado a Lamikiz se han saldado con cuatro cambios en apenas cinco años. Más movimiento aún ha habido, en el mismo tiempo, en el banquillo del primer equipo. Jupp Heynckes llegó en 2001 de la mano de Javier Uria. Al igual que su sucesor, Ernesto Valverde, aguantó dos temporadas en el cargo, pero los relevos se han sucedido a continuación. Tras José Luis Mendilibar, que apenas duró once jornadas, llegaron Javier Clemente y Félix Sarriugarte.
El ex presidente acudió a Lezama a despedirse de los jugadores
GARA
BILBO Fernando Lamikiz acudió ayer a Lezama para despedirse de los integrantes de la primera plantilla poco antes de que éstos saltasen al campo de entrenamiento. El ya ex presidente rojiblanco departió un rato con los jugadores y les deseó suerte para remontar la situación en que se encuentra el equipo, dejando de lado, según explicó Pablo Orbaiz, lo acontecido en las últimas jornadas. «No, no ha comentado nada. Yo creo que estaba todo dicho, nos ha dado un apretón de manos y un abrazo y nos ha deseado mucha suerte. Es lo que tenía que hacer, lo ha hecho y, como siempre, se ha portado bien con nosotros», subrayó. El centrocampista navarro reconoció que el hecho de que «dimita el presidente del Athletic no es una buena noticia. Pero es una decisión que ha tomado él y hay que respetarla», recordó, al tiempo que aseguraba que, a partir de ahora, «hay que apoyarle y apoyar a Ana, que es la nueva presidenta y sabe de sobra que estamos con ella». Orbaiz, por otra parte, cree que Lamikiz «no es el único responsable» de la situación, pero asume que como «es la cabeza visible ha pagado los platos rotos. Cuando los resultados no son buenos, las cosas, lamentablemente, son así», admitió el navarro.
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