DONOSTIA
En una rueda de prensa emocionante, Oliver Stone presentó su último trabajo, “World Trade Center”, basada en el derribo de las dos torres el 11 de setiembre de 2001 en New York.La película ha desatado diversas opiniones entre los espectadores, y eso se reflejó en la presentación. El director quiso destacar «la cercana relación mantenida con los protagonistas», un policía y un marine que quedaron atrapados entre los escombros.
Los periodistas presentes en la sala abordaron a Stone con preguntas comprometidas sobre su país. Y más de uno destacó una frase que el marine pronuncia en la película: «Realmente hará falta mucha gente para vengar esto». Stone calificó a los marines como «extremos, y dispuestos a dejarse la vida para lograr su objetivo». Para el estadounidense, «los marines no piensan lo que hacen, hacen lo que les mandan. Este tenía ganas de venganza y se fue a la guerra equivocada, se fue a Irak».
El director no dudó en señalar que «los marines no
participan en el debate político del país, están debajo del radar». Pero también
recalcó que el marine no es el único personaje de la película, y que los demás
no piensan en la venganza.
Avergonzado con EEUU
El cineasta mostró una vergüenza a la que estamos poco acostumbrados si procede de un estadounidense. A Stone le preguntaron si cree que el Gobierno estadounidense permitió que se realizara aquella «conspiración». Ante esas palabras, el director respondió con firmeza: «No creo que la conspiración del 11-S sea real. Lo que sí creo es que la verdadera conspiración llegó meses después con la guerra de Irak. Esa es la situación que me preocupa», dijo
Asimismo, el artista hizo un pequeño análisis sobre la información que se divulga continuamente en su país. «La información que se emite no es clara. Cada mes, o con una frecuencia menor, se publican libros informando sobre lo sucedido. No me extrañaría que la verdad salga a la luz dentro de diez años o más», explicó.
No obstante, su postura hacia EEUU no fue tan negativa. Durante el trascurso de la rueda de prensa fue saltando de un lado a otro, y opinando de manera diferente. Otro periodista quiso preguntarle sobre si el victimismo existente en América es el único de todo el mundo. El director mostró sus dos caras en base a este tema. Por un lado, dijo que «a partir del 12 de setiembre lo ocurrido se politizó y polarizó a todo el mundo. Es una vergüenza que casi todo el mundo sólo lamente el 11-S». Por otro lado, también quiso recordar las acciones militares perpetradas por otros países. «Países como Francia, Alemania y Gran Bretaña también tuvieron un mal comportamiento en algún momento de la historia. No se le puede echar la culpa de todas las catástrofes a Estados Unidos».
Oliver Stone utilizó la palabra «fanatismo» para describir las consecuencias del 11-S. «Creo que el fanatismo es el resultado de la sobrerreacción del 11-S. Hemos distorsionado el mundo en el nombre de la seguridad».
El director mostró su desasosiego al decir que «el mundo se encuentra peor ahora que en 2001; hay más guerras, más violencia y más crueldad». Por ello, quiso explicar que su película «es un monumento para aquellos que aún no conocen lo ocurrido, y puedan hacerlo dentro de unos años».
Pero todo un camino tiene su final, y el americano dijo estar«agotado». «Quiero hacer algo positivo en favor de la raza humana. Pero no puedo cambiar el mundo. Lo único que puedo hacer es transmitir mis conocimientos a través del cine. Dentro de unos años, espero tener mayor conocimiento sobre lo ocurrido y poder transmitirlo de nuevamente a través de mis películas. Creo que es algo importante».
