OSASUNA 0
TRABZONSPOR 0
IRUÑEA
La afición rojilla podrá disfrutar, por lo menos, de otros dos partidos europeos en El Sadar, además de sendos desplazamientos. Es la mejor conclusión que se puede sacar de un pobre partido en el que los nervios y el pavor a perder estuvieron por encima de la calidad de los jugadores de ambas escuadras.Sólo el primer cuarto de hora de la segunda parte se salvó de la quema de un choque en el que el sufrimiento fue la nota dominante. La candidez de los turcos, su falta de ambición y los errores del colegiado se compensaron anteriores arbitrajes propiciaron el pase.
El miedo a encajar un gol marcó el comienzo del choque. Se palpaba en el juego de ambas escuadras, más pendientes por resguardar la cobertura que de entregarse a la creación. Las imprecisiones protagonizaron la mayoría de lances y a la zaga rojilla se le veía un tanto nerviosa.
Si bien es cierto que los de Ziganda buscaron el dominio del esférico, también es verdad que en los inicios no apretaron lo suficiente a un equipo turco al que se le veía muy fallón cuando notaba el aliento del contrario en su cogote.
Unicamente la banda izquierda traía algo de peligro con las internadas y centros de Delporte, bien secundado por Corrales, pero los envíos del francés no encontraban rematador. Los rojillos se contagiaban del ritmo otomano y eso no convenía a los intereses navarros.
Por su parte, el Trabzonspor, fiel a su estilo de esperar al rival y salir al contragolpe, desmentía a su entrenador, que el día anterior había anunciado su intención de salir a dominar. Buscar a Ersen Martin de manera insistente para que éste distribuyera de cabeza a las alas Gökdeniz y Marcelinho centraba su idea futbolística.
Pese a la parquedad de argumentos, fueron los otomanos quienes dispusieron de la mejor ocasión de la primera parte. El gigantón delantero centro del Trabzonspor tuvo una oportunidad de oro para poner en franquicia a su equipo, gracias a un preciso envío de Gökdeniz el jugador con más verticalidad y criterio de los turcos, que, sólo ante Ricardo, no supo dirigir con la testa hacia la portería navarra en el minuto 31.
Mientras tanto, Osasuna tocaba y tocaba, pero sin profundidad. David López, prácticamente inédito por banda, optó por buscar diagonales y en una de ellas lanzó desde muy lejos (m. 42), pero desviado. Los locales no habían disparado ni una sola ocasión entre los tres palos turcos y así era imposible adelantarse en el electrónico y dejar medio finiquitada la eliminatoria.
Jefferson, protagonista
Jefferson fue el principal protagonista del primer cuarto de hora de la reanudación. Con sus magníficas intervenciones abortó que los rojillos se pusieran por delante en claras oportunidades de Raúl García (m. 56) y Josetxo (58), amén de otra a puerta vacía de Webó (m. 47), que sigue gafado con la portería de Preferencia.
Pero mientras Osasuna mejoraba en actitud ofensiva, aunque no en efectividad, los lapsus en la zaga rojilla prose- guían y una mala ejecución del fuera de juego provocó un remate franco de Ersen Martin que no se convirtió en el 0-1 porque el belga Gumienny, mal asesorado por su linier, señaló orsay cuando no existía.Con el temor metido en el cuerpo tras esta jugada, los navarros retrasaron líneas y los turcos volvieron a disponer de otra inmejorable ocasión en las botas del recién incorporado Symkowiak, quien lanzó un trallazo que salió pegado al travesaño.
Conforme fueron avanzando los minutos, el encuentro se volvió loco, plagado de tanganas y tarjetas, fruto de la tensión que se mascaba a ras de suelo. La escuadra navarra se partió en dos, consecuencia del cansancio acumulado, replegó posiciones y aumentó el nerviosismo de la grada. Pero los turcos, muy inocentes, no aprovecharon la coyuntura.
Diez minutos de retraso en el inicio del
partido
El partido entre Osasuna y Trabzonspor no comenzó a la hora establecida, las 20.45. El choque tuvo que retrasarse por espacio de diez minutos. Al parecer, el problema por el que se produjo esta demora se debió a un cambio de tacos en las botas del colegiado belga, Serge Gumienny.
Gritos de Kurdistán y pegatinas en
Graderío
El encuentro fue un motivo más para reivindicar el derecho de autodeterminación del pueblo kurdo, parte de cuya población reside bajo dominio de Turquía. Durante el partido se oyeron gritos en favor de Kurdistán y en Graderío sur se vieron pegatinas reclamando la libertad para esta nación.