2006-09-29
Amnistía preventiva para torturadores
El presidente de Estados Unidos aspira a pasar a la historia como el mandatario que ha echado por tierra el principio legal más antiguo. Presente en cartas magnas desde el siglo XIII, el derecho de una persona detenida a conocer, a fin de rebatir en un tribunal, las pruebas que se presentan contra ella se convertiría, si de él depende, en una reliquia sin mayor valor que el de servir de referencia a estudiosos. El habeas corpus, uno de los pilares del sistema judicial estadounidense, se tambalea estos días en razón de una causa que no podría ser más abominable: la necesidad de un mandatario de asegurarse, antes de abandonar el puesto, de que ninguna de las tropelías a los derechos humanos cometidas bajo su mandato en todo el mundo pueda ser juzgada.>>>
Aurreko editorialak
2006-09-28
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2006-09-27
- Un informe para remover conciencias
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