Carmen ESCUDERO | Presidenta de la asociación AVASI
«Lo que queremos conseguir es que la gente tenga un sitio donde hablar»
Ayer abrió sus puertas en Bilbo AVASI, la asociación de Ayuda a las Víctimas de Abusos Sexuales en la Infancia. Su máximo objetivo, ahora mismo, es lograr que el tema deje de ser un tabú y la gente hable de ello para despojarse de ese «lastre». Ofrecen terapias grupales y asistencia tanto sicológica como jurídica, porque, según afirma la presidenta de la asociación en esta entrevista, «lo que hace falta es algo tan simple como hablar».
En el Estado español existen dos asociaciones como
AVASI y un foro de internet donde la gente habla del abuso sexual en la
infancia. A pesar de ello, el 60% de los casos no han sido tratados. Por eso,
AVASI quiere abrirse a todo tipo de personas y colaboraciones.
¿Cómo surgió la asociación?
Posiblemente, todo el mundo tiene alguien cercano que ha sufrido abusos en vida, lo que genera enormes secuelas. Nosotros pensamos que eso no podía seguir así, y quisimos hacer algo para ayudar a las personas que están afectadas. El tema es tabú, no se oye a la gente por la calle comentando este tema. Como estaba tan estigmatizado, decidimos que había que acabar con ello y que era necesario dar la palabra a la gente.
¿Qué objetivos concretos persigue AVASI?
Los objetivos son muy claros. Lo único que pretendemos, que es muy grande, es que la gente se anime a decirlo. Desde la asociación se va a dar orientación sicológica, se van a hacer grupos de ayuda mutua y se va a dar orientación jurídica. Lo que se quiere conseguir es que la gente se acerque y tenga un sitio donde hablar. ¡Que es mucho!
Afirma que esos abusos crean problemas «extremadamente graves». ¿Cuáles son?
Las estadísticas dicen que a pesar de que hablamos del 23% de niñas y 15% de niños afectados por este problema, realmente son más. Esos son los denunciados, pero faltan los no denunciados. Basándose en los casos que no denuncian pero que acuden a un foro de internet, se desprende que en el 58% de los casos hay intentos de suicidio, por lo menos una vez. Hay gente que lo intenta dos, tres y hasta cuatro veces, y hay gente que lo consigue y gente que no. ¡Eso es muy duro! Además, no te puedes ni imaginar la de gente que ha sido abusada y repite: algunos, cuando buscan pareja, buscan otro agresor. Es muy curioso, porque no significa que en edad adulta sean abusadores, como a veces pasa con el maltrato físico, sobre todo con el hombre. El abusado, en cambio, busca parejas abusadoras. Asimismo, pueden ser personas que, de no tener relaciones sexuales con nadie, tranquilamente pueden pasar a ser personas totalmente promiscuas. Además, estos abusos en la infancia también pueden generar casos de personas con ansiedad, depresiones, desarreglos alimenticios, bulimia... Hay una incidencia de bulimia impresionante en estos casos. Y luego también hay casos de adicciones tanto a todo tipo de drogas como al alcohol. También se dan muchos casos de ludopatía. Hay afecciones de todo tipo. ¡Es increíble! Realmente la sociedad no sabe lo que hay ahí, porque es como para ponerse los pelos como escarpias.
Muchos de los casos, ni se comentan. ¿En qué medida pueden ayudar iniciativas como la de AVASI?
Pensamos cambiar esta situación, pero ahora mismo no tenemos capacidad para ello porque acabamos de empezar. Nuestra idea en el futuro es hacer campañas de prevención y de comunicación entre los niños y niñas, para que la gente se acerque y sepa que hay un rincón donde se le puede dar una ayuda específica. Los sicólogos de hoy día, realmente, no están preparados para enfrentarse a esto. Yo pienso que podemos ayudar con nuestro trabajo. Hay
mucha gente que en su momento no recibió ayuda y luego se revictimiza, buscando
abusadores o refugio en el alcohol, etcétera. Pero llega un momento en que
dices: ¡basta ya de llevar este lastre! Algo tan simple como
hablar es lo que hace falta.
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