La sede de la Delegación del Gobierno español en Gasteiz, el campus de la UPV en Sarriko y el salón de plenos del Ayuntamiento de Bilbo se sumaron ayer a los múltiples escenarios que en las últimas semanas han acogido movilizaciones e inicitivas de todo tipo en favor de los presos políticos vascos, y que han recordado de forma especial la situación del prisionero donostiarra Iñaki de Juana.En la capital alavesa, una treintena de representantes de los agentes sociales y sindicales que forman parte del Foro de Ibaeta se concentraron ante la Delegación del Ejecutivo español por espacio de media hora, ante la atenta mirada de varios ertzainas y de un par de guardias civiles que custodiaban el edificio.
En la concentración participaron, entre otros, Juan Mari Olano y Estanis Etxaburu, representantes de Askatasuna y Etxerat, respectivamente, Mati Iturralde (LAB), Xabi Antza (ELA), Modesto García (HIRU), Walter Wendelin (Askapena) y el abogado Julen Arzuaga.
Permanecieron allí tras una pancarta con el lema «Dagozkien eskubideen jabe, euskal presoak Euskal Herrira» y, en nombre de todos ellos, Belén Arrondo (STEE-EILAS) y Javier González (ESK) explicaron que la situación de los prisioneros vascos «es muy grave».
«Es totalmente necesario dar pasos reales para que los derechos de los presos sean respetados, unos pasos que en estos momentos no se están dando», valoraron los portavoces del Foro, quienes denunciaron que, incluso, «la situación ha empeorado en los últimos meses».
A este respecto, mostraron una especial preocupación por el estado de Iñaki de Juana, quien cumple hoy 54 días de huelga de hambre, una iniciativa extrema que adoptó «porque vio que no le quedaba otro camino cuando le han aplicado la cadena perpetua».
Recordaron, asimismo, cómo las autoridades españolas ordenaron alimentarle a la fuerza y que el preso donostiarra fue incluso atado a la cama a tal fin.
Censuraron también que «día a día se incrementa la lista de los presos que bien por enfermedad o porque han cumplido la condena deberían estar en la calle y que, sin embargo, siguen encarcelados». «Es el momento también de acabar con la política de dispersión y de que todos los presos vascos sean traídos a Euskal Herria, con todos los derechos que les corresponden», agregaron ante los medios Arrondo y González.
Con este objetivo, explicaron que van a desarrollar varias iniciativas como la de ayer, e hicieron un llamamiento a secundar tanto las concentraciones convocadas esta tarde por Etxerat como la manifestación que el 7 de octubre recorrerá las calles de Donostia a convocatoria del Foro de Ibaeta. «La situación es realmente grave y hay que responder de verdad, porque la situación de los presos vascos no puede seguir así», finalizaron, anunciando que el próximo lunes una delegación del Foro de Ibaeta se desplazará a la prisión de Algeciras para expresar su solidaridad con De Juana y denunciar su situación.
Prácticamente a la misma hora, en el campus de Sarriko se abría oficialmente el nuevo curso en la UPV, en un acto al que además de los máximos mandatarios de la Universidad acudió también el lehendakari Juan José Ibarretxe.
A la entrada, familiares de presos políticos vascos y representantes de varios sindicatos y del movimiento estudiantil realizaron una concentración para denunciar que «nuestros familiares y amigos encarcelados siguen sin poder realizar sus estudios en Euskal Herria y en euskara».
Recordaron que desde 2003 los represaliados vascos no pueden estudiar en la UPV, y reclamaron su derecho en este campo. «Hoy, cuando los mandatarios y los representantes de la UPV vienen a ‘celebrar’ el inicio oficial del curso, hemos venido a reivindicar el derecho de los presos políticos a estudiar en los centros vascos y en euskara, y a preguntar qué van a hacer para lograrlo, para cumplir con su obligación», declararon, y censuraron que los mandatarios y dirigentes «no han tenido valor de pasar de las palabras a los hechos».
Al Rectorado le preguntaron también «qué ha hecho» para garantizar el derecho a estudiar de los represaliados y «cómo va a reponer los daños causados».
En el interior, el rector de la UPV, Juan Ignacio Pérez, hizo mención de este asunto, y pidió que se «corrija» esta situación para que los presos vascos puedan estudiar en la UPV.
También en Bilbo, Etxerat y Herria Aurrera realizaron una comparecencia conjunta, en la que denunciaron que «el derecho a la libertad está siendo vulnerado de forma grave» y recordaron especialmente el caso del preso bilbaino Joseba Artola, a quien le han aumentado diez años su condena, y el de Iñaki de Juana.
Jone Artola, en representación de Etxerat, y Dabi Alonso,
concejal electo de la plataforma abertzale, criticaron también en duros términos
al alcalde de Bilbo, Iñaki Azkuna, que poco antes había ordenado la expulsión de
cinco familiares del salón de plenos.
«No monten el circo»
El primer edil ordenó a la Policía Municipal que sacará del salón a estas personas, que cuando el portavoz del PSE, Txema Oleaga, se dirigía a los grupos habían reclamado la libertad de De Juana y del resto de los prisioneros. Azkuna, en el tono que le caracteriza en este tipo de situaciones, mencionó la «edad cada vez mayor de quienes montan el numerito», en referencia a los allegados de los presos vascos.A éstos les pidió, antes de que fueran expulsados, que «no monten el circo» y «apoyen el proceso de paz».
Herria Aurrera y Etxerat recordaron que «no es la primera vez» que el Ayuntamiento actúa de esta forma, y censuraron que «la respuesta es siempre negativa» cuando se trata de abordar los derechos de los presos. -
