DONOSTIA
La magistral interpretación que Ed Harris hace del personaje de Beethoven en la película de Agnieszka Holland centró buena parte de la rueda de prensa que ofrecieron tras su pase en la Sección Oficial, pese a que el protagonista no estuviera presente. «Pienso que es un actor muy inusual. Es un actor muy serio en relación con el trabajo y también en relación con la vida. Fue el primer actor en el que pensé al comenzar a escribir el guión y también el última, porque el personaje estaba pensado para él. Cuando Ed y Diana se pusieron ante la cámara, funcionaban de una forma tan fantástica que supe inmediatamente que la película iba a salir bien», comenzó la directora de “Coying Beethoven”.¿Cómo un actor que no tenía conocimientos de orquesta puede asumir ese papel? Es la pregunta que se hacían los que asistieron al estreno. Diane Kruger, que en la película interpreta a Ana Holtz, fue la primera que respondió a la cuestión. «Yo soy alemana y en mi educación siempre ha estado muy presente la música y en especial Beethoven. He sido bailarina de ballet durante 11 años. Así que estaba muy familiarizada con la música clásica. Pero aún así, leímos y estudiamos mucho a Beethoven. Y ambos hicimos un curso de dirección de orquesta, que duró dos meses, para profundizar sobre todo en la Novena Sinfonía», dijo y recordó que su personaje estaba inspirado en una mujer compositora de ese periodo.
La directora de la película intervino para decir que hubo momentos de magia durante el rodaje. «Los dos aprendieron a dirigir. Ed aprendió a dirigir la orquesta sin partituras. Eso requiere ocho años, pero él logró hacerlo en dos meses. Era una orquesta húngara y algunos músicos me dijeron que Ed Harris había dirigido la orquesta mejor que algunos músicos profesionales. Creo que eso ocurrió porque estaba en un estado de gracia. Una vez que terminamos el rodaje, yo subí al escenario y seguían tocando. Siguieron tocando durante diez minutos más».
Agnieszka Holland recordó que el reto principal a que se habían enfrentado era «cómo expresar la música de Beethoven, cómo darle una forma emocional y dramática a una pieza tan conocida, porque la historia no es lo más importante de esta película. Pase lo que pase con la cinta estoy muy contenta de lo que hemos experimentado durante la realización de la misma», continuó Holland.
Para adentrarse en el personaje de Beethoven han tenido que «deconstruir» su música. «Tuvimos que alejarnos del opus final y comenzar desde el inicio. A partir de unos fragmentos de la Novena Sinfonía intenté imaginar el trabajo del compositor en las fases tempranas», dijo uno de los asesores musicales.
«La heroína de la película es la Novena Sinfonía intervino la directora y hemos tenido que rehacer el proceso desdel el momento en que Beethoven comienza a escuchar las primeras notas de la sinfonía hasta su fase final. Muy pronto decidí que teníamos que incluir la interpretación de la sinfonía durante unos 15 minutos, lo cual es mucho en una película de ficción como ésta», dijo la directora.
La sinfonía, que dura una hora, fue reducida a 15 minutos, «para disponer un concentrado y es a partir de esos fragmentos como se desarrolló el grueso de la película», continuó.
Agnieszka Holland reconoció su admiración por Beethoven. «Hoy en día ningún artista dispone de una libertad total. Yo admiro a Beethoven por el coraje que tenía y su valentía. No pensaba solamente en el éxito, sino que se planteaba el reto de avanzar sin parar y adentrarse en territorios desconocidos. Era un hombre que no se comprometía. Su objetivo no era producir piezas hermosas, sino expresar lo que sentía», señaló.
La película trata asimismo del papel de las mujeres compositoras de la época, gracias al personaje de Ana Holtz que interpreta Diana Kruger.