Nadie se cree que el retraso en el Airbus 380 obligue a ITP a rescindir 180 empleos
El grupo ITP anunció ayer «un ajuste de personal» de 180 empleados debido a los retrasos en la fabricación del Airbus 380. Ni ELA ni CCOO aceptan los argumentos de la empresa, porque hace menos de seis meses los directivos de la compañía presentaron el plan estratégico en el que se mantenía el empleo. También destacaron que existe «mucho trabajo», que se subcontrata a otras empresas, y más de 300 trabajadores son eventuales o subcontratados.
BILBO
Detrás de la decisión del grupo ITP de rescindir 180 puestos de trabajo en sus plantas de Zamudio y Barakaldo, según los representantes de los trabajadores, se esconde «una intención perversa» como es el abaratamiento del coste de la explotación de este ejercicio, con el único fin de conseguir mantener los beneficios para este año en niveles similares a 2005. El año pasado logró un beneficio neto de 45 millones. Los representantes de los trabajadores consideran que esa es la principal razón, porque «a esta empresa no le interesa la defensa del empleo». En este caso, la Federación del Metal de ELApide la retirada inmediata de ese plan de rescisiones y critica «la elevada precariedad» existente en ITP. «Más de 300 personas trabajan con contratos eventuales y como subcontratadas, lo que convierte a los trabajadores en objeto de usar y tirar, a conveniencia de la empresa». Según esta central, en las plantas productivas ubicadas en suelo vasco trabajan 1.250 empleados en ITP, ITA y PCB. ELA y CCOO, cada uno por separado, rechazan que el retraso en el Airbus 380 suponga «un cataclismo» para la empresa, porque en la actualidad tiene «excesiva carga de trabajo y gran parte de los pedidos tienen que desviarse o subcontratarse por la imposibilidad de poder acometerlos en ITP», según explicó José Luis Gimeno, responsable de CCOO en el comité. Según reconoció a GARA, «se están metiendo muchísimas horas extraordinarias» y «hay mucho trabajo, lo que ocurre es que hay que planificarlo. Falla la gestión de la organización interna de esta empresa que ha pasado de tener control público a ser privada».
«Falta de transparencia»
Gimeno insistió en que «es una irresponsabilidad esa medida, porque viene precedida por una actitud de falta de transparencia en la información». CCOO señaló que en setiembre la dirección anunció un excedente de 64 trabajadores, «con la colaboración de UGT y el silencio cómplice de ELA». Sin embargo, unos días después la dirección eleva el excedente «aprovechando las noticias de Airbus» hasta los 180 empleos, «aunque en la reunión que mantuvimos con la dirección en la que se nos informó con diapositivas, pero sin un triste documento por escrito para analizarlo, nos hablaron de 130 excedentes», dijo Gimeno. La Federación del Metal de ELA reconoce, por medio de una nota informativa, que «en los últimos años, ITP ha sacado a otras empresas auxiliares parte de su trabajo, para poder hacer frente, según justifica la dirección, al incremento en la carga existente. Sin embargo, en la coyuntura actual se mantiene en la misma situación». Aunque la empresa tiene ya un carácter privado, todavía un 5,3%pertenece a la sociedad pública Socade dependiente del Gobierno de Lakua, por lo que ELA interpela sobre su posición y advierte que ITP ha recibido «diversas ayudas económicas públicas que invierte en otros países, mientras destruye empleo aquí». Los problemas en EADS, consorcio europeo que se encarga de la construcción del modelo Airbus 380, no son de hace una semana, sino que a lo largo de los últimos meses ya se conocía el retraso». Según afirmó ayer ITP, EADS «lleva un retraso de dos años», aunque se espera que para 2010 se «alcance el ritmo previsto» de 45 aviones. La empresa ubicada en Zamudio indica que el proceso de fabricación del motor supondría el 20% de la carga de trabajo.
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