«Milagroso» pacto económico entre PSOE y PNV
El ministro español de Economía, Pedro Solbes, pudo respirar tranquilo cuando PNV y CiU anunciaron que retiraban sus enmiendas contra los Presupuestos Generales de 2007. La cuentas públicas del Ejecutivo Zapatero superaron así el primer escollo parlamentario. Entre las tres formaciones que mantuvieron su rechazo estuvo EA, que argumentó que el Estatuto de 1979 sigue sin cumplirse.
MADRID
Los Presupuestos Generales del Estado español para 2007 presentados por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero salvaron ayer su primer escollo parlamentario después de que PNV y CiU anunciaran durante la jornada la retirada de sus respectivas enmiendas a la totalidad. Por su parte, PP, ERCy EA mantuvieron el rechazo a las cuentas públicas. De este modo, las enmiendas fueron desestimadas con 177 votos procedentes de PSOE, PNV, CC, BNG y CHA, frente a 152 de PP, ERC y EA. IU-ICV, CiU y Nafarroa Bai se abstuvieron. Durante el debate celebrado en el Congreso de Madrid, el portavoz jeltzale de Economía, Pedro Azpiazu, manifestó que el «acuerdo mínimo satisfactorio» entre ambas partes se obtuvo «in extremis», de manera «milagrosa» y «en la tercera prórroga». Tanto que a primera hora de la mañana se hablaba de un principio de acuerdo y horas después se aseguraba que no estaba cerrado. Al parecer, el Gobierno español se ha comprometido a invertir cien millones de euros en sendos proyectos científicos y tecnológicos en Gipuzkoa y Bizkaia. Además, se han sentado las bases para un acuerdo en torno a la renegociación del Cupo, que es la cantidad económica que la CAV paga a Madrid en contraprestación por los servicios que el Estado ofrece en los tres herrialdes. No obstante, Pedro Azpiazu matizó que al PNV «no le entusiasman» las cuentas porque hay «problemas de fondo» que siguen sin resolverse, como es «la falta de compromiso de la Administración del Estado con Euskadi en las inversiones públicas». Azpiazu criticó asimismo el incumplimiento del Estatuto de Gernika y reclamó transferencias en materia de Seguridad Social y políticas activas de empleo, así como la presencia de las instituciones autonómicas en los órganos de la Unión Europea donde se debatan asuntos de su competencia.
«El reto del proceso»
Poco más tarde, el portavoz parlamentario del PNV, Josu Erkoreka, vino a decir que la enmienda a la totalidad presentada por su partido no pasaba de ser un farol, porque lo más importante en este momento político es garantizar la «estabilidad» de los Ejecutivos de Madrid y Gasteiz. «Es positivo que el Gobierno de España sea estable y tenga continuidad para dar respuesta al reto del proceso de paz, pero la estabilidad del Gobierno Vasco también es buena y necesaria», explicó. Erkoreka reconoció que estas palabras suponen una «invitación» al PSE para que actúe del mismo modo cuando el Ejecutivo Ibarretxe presente sus cuentas.
EA recuerda las transferencias
Quien mantuvo su enmienda a la totalidad fue la parlamentaria de EA. Begoña Lasagabaster aseveró que la razón de su rechazo es la misma que el año pasado: el incumplimiento del Estatuto de 1979. La diputada de EA indicó que restan sin traspasar 37 competencias y denunció que el Ejecutivo español no ha tenido la «mínima voluntad política» para negociar con su formación. Lasagabaster concretó que no hubiera presentado su enmienda si se hubiesen aceptado las transferencias de gestión penitenciaria, inspección de trabajo y formación continua.
Barkos, esperanzada
La diputada de Nafarroa Bai, Uxue Barkos, mostró su confianza en llegar a un acuerdo con el Gobierno en la próxima fase de tramitación de los Presupuestos y reclamó una mayor ayuda para Nafarroa en materias de sanidad, infraestructuras y promoción industrial.Barkos demandó que «la inversión y la apuesta por un modelo común para todo el Estado sea equilibrado territorialmente». Asimismo, incidió en la necesidad de la construcción de un nuevo centro penitenciario en el herrialde, un proyecto que a su juicio sufre un periodo de «enquistamiento».
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