Apuesta cientifica en Euskal Herria
Bizkaia muestra sus cartas para albergar un centro europeo de generación de neutrones
Una inversión de 1.200 millones de euros y ser un referente internacional en el estudio de neutrones es lo que se juega Bizkaia, y por ende, Euskal Herria, con su candidatura a acoger el proyecto de la Fuente de Espalación Europea, una forma de obtener neutrones que abrirá la puerta en el futuro a infinidad de investigaciones científicas, muchas de ellas en el campo de la medicina. En Japón y EEUU ya se construyen instalaciones de este tipo, aunque menos ambiciosas. El entorno del Parque Tecnológico de Zamudio compite con otros cinco aspirantes. El año próximo, la decisión.
GASTEIZ
El Guggenheim de la ciencia. Así definió un parlamentario vasco en el debate presupuestario del año pasado la Fuente de Espalación de Neutrones (ESS), un ambicioso proyecto de la Unión Europea destinado a construir unas instalaciones avanzadas que permitan estudiar a fondo la materia y comprender el comportamiento individual de átomos y moléculas. Una gran centro de investigación que, de concederse a Euskal Herria, podría suponer erigirse en centro internacional de hasta 400 campos de investigación médica, física, química y biológica, así como en ciencias de los materiales, además de traducirse en una inversión de unos 1.200 millones de euros. Estamos «ante una herramienta de investigación de rango internacional, para trabajar en los campos de futuro en los próximos 20 años», como justificaba el informe redactado hace cuatro años por varios investigadores de la UPV-EHU.Ayer y hoy, una delegación de científicos europeos visita Bizkaia para analizar la candidatura de este territorio a albergar dicha instalación científica, una decisión que, en cualquier caso, no se tomará hasta el próximo año y que, como ha matizado en la capital bilbaina Peter Tindemans, presidente del proyecto, la respuesta final no la tomarán ellos, sino los gobiernos que están implicados. Bizkaia no es el único candidato. El pasado 2 de febrero, un comité científico encargado de confeccionar el mapa de grandes instalaciones científicas hasta 2020, cerró la lista de aspirantes a albergar esta puntera instalación: Gran Bretaña (Condado de York), Alemania (Leipzig), Suecia (Lund) y Hungría (Budapest). Con ellas competirá el Parque Tecnológico de Zamudio, lugar donde según aseguró este lunes el propio lehendakari, Juan José Ibarretxe, se ubicaría este laboratorio. En Europa ya existen dos instalaciones de espalación, aunque experimentales, una de ellas en el Estado francés, en Grenoble, y a la que, como dato de interés, abastece de suministros el Centro Tecnológico Tekniker, con sede en Eibar.
Varias ubicaciones
Desde que surgiera en 2002 la posibilidad de que un centro investigador de estas características pudiera recalar en suelo vizcaino, han surgido varias propuestas de ubicación. La primera en ofertarse fue Barakaldo, a finales del año pasado, a través de su Ayuntamiento. Luego fueron surgiendo también otras como Boroa, Ortuella o las cercanías del campus universitario de Loiu. La última, hace sólo unas semanas, fue la propuesta lanzada por el PSE para que se tuviera en cuenta el municipio de Gueñes, en la castigada económicamente comarca de Enkarterri.Estamos ante una inversión de 1.200 millones de euros, con unas instalaciones que acogerían a más de un millar de investigadores de forma permanente y a otros cuatro mil de manera temporal. Un enorme laboratorio que ocuparía lo que quince campos de fútbol. Pero, ¿de qué hablamos? Se trata de una instalación para la espalación de neutrones. Los neutrones son los segundos componentes de los núcleos de los átomos que componen la materia que conocemos, junto con los protones, y la espalación es básicamente la recolección de los neutrones que salen disparados, por decirlo de un modo muy gráfico, cuando sobre un núcleo de un metal pesado choca un haz de protones, o de cualesquiera otras partículas masivas y muy energéticas. Pero lo importante son los aprovechamientos de este fenómeno, donde sobresalen dos: la consecución de isótopos para su uso en industria, hospitales y centros de investigación, y como mejor se «vende» este proyecto la aplicación al tratamiento de determinados tipos de cánceres localizados y de difícil o imposible tratamiento con las técnicas radioterapéuticas actuales, sobre las cuales, la ventaja del tratamiento por neutrones se puede resumir en un mejor control de la sonda curativa aplicada, así como de una mejor resolución del área a tratar y de un mejor afinamiento en la energía entregada sobre la lesión.
Un proyecto nacido en 2002
Estamos ante un proyecto cuyo embrión en Euskal Herria arranca en 2002, cuando tres científicos vascos, Manuel Tello, de la Facultad de Ciencias de la UPV-EHU, Fernando Legarda, de la Escuela de Ingenieros, y Francisco Albisu, de la empresa Sener, promovieron la idea de un centro de espalación en suelo vasco, aunque aquellas miras iniciales tenían como ámbito de actuación el Estado español y no Europa.La idea, plasmada en un documento de 95 páginas, no fue retomada por el Ejecutivo de Lakua hasta primeros de 2005, lo que se plasmó en un acuerdo entre PNV y PSOE en los Presupuestos del Estado de 2005. Incluso desde el Gobierno del PSOE se ha insistido en que si el gran centro previsto por Europa no recala en Bizkaia, se hará uno a nivel estatal, aunque de menor entidad, con una inversión de unos 300 millones de euros, en el que los ejecutivos de Madrid y Lakua participarán al 50%. Pocas críticas, pero alguna
Un ambicioso proyecto que ha suscitado alguna crítica en estos pocos años de vida. Una de las voces que en su día lo cuestionaron fue el académico de la UPV-EHU y Premio Euskadi de Investigación Félix Goñi. En un artículo publicado en 2005, escribió: «Un centro de 300 millones sólo vive si en su entorno hay 10 centros de 30 millones, y un centro de 30 millones sólo subsiste cuando en su cercanía hay diez centros de 3 millones. Por supuesto que, centros de 30 millones, por utilizar como referencia el coste inicial, para investigar en física o medicina, no tenemos ni uno en Euskadi. Y centros de investigación básica de la categoría 3 millones sólo tenemos dos». -
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