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Iker IRIARTE
Entre Bera y Lesaka, dolor
El dolor, la angustia, las flores y cientos defamiliares, amigos y allegados de los tresmontañeros fallecidos el sábado pasado en elmonte Taillón abarrotaron las iglesias deBera y Lesaka para rendir el último adiós a losjóvenes. Una vez más, quedó patente el cariñode cientos de personas hacia Xabier Zubieta,Luis Mari Pikabea y Xabier Saralegi.
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Las grandes e imponentes iglesias de Bera y Lesaka se quedaron ayer pequeñas para acoger los funerales celebrados en memoria de los jóvenes Luis Mari Pikabea, Xabier Zubieta y Xabier Saralegi. El dolor, la pena, los sufrimientos, los recuerdos y, sobre todo, muchos seres queridos de los tres montañeros que el pasado sábado perdieron en el Pirineo dejaron pequeñas las parroquias de las dos localidades natales de los fallecidos: Bera y Lesaka. Después de que los cuerpos llegaran el domingo a los municipios de Bortziriak y de que durante todo el día cientos de personas visitaran el velatorio situado en el polideportivo beratarra, ayer se les rindió un último adiós antes de que los tres cuerpos fueran conducidos al crematorio de Iruñea para ser incinerados allí. El primero de los funerales fue el celebrado en la parroquia de Bera en memoria de los vecinos Luis Mari Pikabea y Xabier Zubieta. Ambos primos, de 33 años de edad, recibieron el último adiós a las 16.00 en una iglesia que se quedó pequeña, como se observaba en los alrededores de la misma y en Herriko Plaza. Los dos féretros entraron al ya colmado templo envueltos en las notas del “Txoriak txori” y sobre los hombros de familiares y amigos, tras los cuales accedieron los parientes más cercanos y decenas de allegados. Al mismo tiempo, la parroquia fue llenándose de ramos y coronas de flores que mostraban el homenaje a los fallecidos y, a la vez, el dolor de todas esas personas.
Numerosos apoyos
Entre quienes asistieron a los funerales de los tres jóvenes montañeros navarros, se encontraban la montañera Edurne Pasaban y la escaladora Josune Bereziartu, que se hallaban en el mismo monte Taillón cuando ocurrió el fatal accidente. Por su parte, el arzobispo de Iruñea, Fernando Sebastián, quiso sumarse al funeral de Pikabea, Zubieta y Saralegi. Aunque no pudo estar in situ, el párroco de Bera leyó una carta del prelado en la que éste expresaba sus condolencias a los familiares y amigos de los montañeros. Asimismo, el Gobierno de Nafarroa hizo pública una nota en la que expresaba sus condolencias a las familias de los tres montañeros y mostraba el «respaldo y apoyo» del Ejecutivo.Durante la misa, además del “Txoriak txori”, el órgano
entonó también acordes de aurresku y de la conocida canción de “Xalbadorren
heriotzean”. Una hora después de que iniciara el rito eclesiástico, los cuerpos
de Pikabea y Zubieta fueron conducidos, nuevamente a hombros de sus allegados,
fuera de la iglesia, para seguidamente ser trasladados a Iruñea.
Caravana de luto No obstante, las ceremonias en recuerdo de los
tres vecinos de Bortziriak no acabaron ahí, ya que fueron muchas las personas
que se dirigieron a Lesaka para rendir el último homenaje a Xabier Saralegi.
Desde las 17.00, cuando finalizó el funeral de Bera, hasta las 17.30, que
comenzaba el de Lesaka, la carretera entre ambas localidades se convirtió en una
incesante caravana de coches.
Una semana antes
Estos primeros días del año 2007 serán difíciles de olvidar para las gentes de Bortziriak. Y es que hace poco más de una semana que Lesaka mostraba la misma imagen que se podía contemplar ayer. El domingo 7 de enero se celebraron los funerales en memoria de Unai Etxepare, joven de 29 años que también falleció practicando su afición al montañismo. Sin tiempo para recobrarse del impacto, el sábado siguiente la montaña se cobraba la vida de Xabier Saralegi, Luis Mari Pikabea y Xabier Zubieta.Ocho días más tarde, la iglesia lesakarra volvía a llenarse de dolor, sufrimiento y pena, pero también de apoyo, solidaridad y cariño. Por segunda vez, la parroquia volvió a quedarse pequeña, y quienes no pudieron acceder a ella se agolparon en las calles colindantes. Tras la despedida religiosa de ayer, los tres cuerpos serán incinerados en Iruñea. Las cenizas de Saralegi serán aventadas en Aiako Harria, tal y como él mismo había solicitado, según señalaron fuentes familiares. -
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