IRUÑEA
El PNV da su respaldo expreso a la tesis del Gobierno español de que el proceso está roto y no hay posibilidad alguna de retomar las conversaciones por el momento. Así lo dijo su portavoz, Josu Erkoreka, desde la tribuna, antes y después de recibir encendidos elogios de Zapatero a la actitud jeltzale.El partido de Josu Jon Imaz ofrece su apoyo al Ejecutivo del PSOE cinco ámbitos concretos. Los cuatro primeros son lo que Erkoreka definió como obvios:condena de la violencia, iniciativas en favor de su deslegitimación, apoyo a las víctimas y lucha contra ETA «desde el Estado de Derecho» (matizó que no todo el actual entramado legal español debe entenderse como tal). Como quinto punto incluyó el apoyo al diálogo, aunque dejando claro que el PNVno cuestiona la negativa del Gobierno español a afrontarlo en este momento.
«Daremos nuestro apoyo a procurar que el final definitivo sea dialogado cuando llegue el momento, si es que llega. Hoy ya se ve que esto no ocurre, que esas condiciones no se dan», valoró Erkoreka.
El diputado jeltzale defendió esta vía, «aunque no sea más que por razones de eficacia». «O el final es dialogado o no tendríamos jamás un fin cierto o seguro», argumentó.
Antes de enunciar estos campos «en los que puede contar con mi complicidad y colaboración», Erkoreka dedicó casi tres cuartas partes de su tiempo a censurar la falta de discreción como uno de los factores que han llevado a la actual situación. Dijo que en ello tiene responsabilidad el Gobierno español, pero también los otros partidos políticos. Y afirmó que posteriores intentos deberán tenerlo en cuenta.
En coherencia con ello, indicó que su valoración sobre la actitud de Zapatero se la harán llegar «con lealtad y confidencialidad». «Sobra hablar aquí de lo que el Gobierno podía haber hecho y no ha hecho», añadió.
«El tiempo nos lo dirá»
Después de que Zapatero subiera a la tribuna para darle las gracias por toda su colaboración, Erkoreka volvió a tomar la palabra para incluir una consideración sobre la situación actual. Alertó de que las dos semanas transcurridas desde el atentado de Barajas no permiten hacer una valoración de la decisión de ETA.«Ha sido un paso atrás y puede ser un retraso, pero también puede ser un gesto para coger impulso y para dar un salto adelante», elucubró, destacando que los efectos y la repercusión de la acción pueden alentar a quienes defiendan el fin de la lucha armada. «El tiempo nos lo dirá», concluyó.