BILBO
Juan José Ibarretxe recibió en la tarde de ayer el respaldo de miles de ciudadanos que, a pesar de lo inusual del día elegido por los convocantes, se manifestaron en Bilbo para exigir el «archivo inmediato» de la causa penal abierta en su contra por reunirse en abril con los representantes de Batasuna Arnaldo Otegi, Pernando Barrena y Juan Joxe Petrikorena. El lehendakari, sin embargo, no asistió a la cita, al considerar que el protagonismo debía recaer en «todas y cada una de las personas que se manifiesten en las calles» de la capital vizcaina, según anunciaron poco antes de iniciarse la marcha desde Lehendakaritza.
En su nombre, su predecesor, José Antonio Ardanza, transmitió a todas estas personas su «más cálido agradecimiento» al término del acto que dio fin a la movilización frente al teatro Arriaga. Precisamente, fueron el propio Ardanza y Carlos Garaikoetxea los encargados de leer el escrito elaborado por los partidos convocantes: PNV, EA, Ezker Batua y Aralar.
En el texto, estas formaciones denuncian «la politización de la Justicia», que «intenta coartar la función que corresponde a las instituciones políticas y a los representantes directos de la voluntad popular». En esta línea, expresan a Ibarretxe su «apoyo firme y rotundo» y denuncian que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) pretende con esta causa «anular sus derechos fundamentales y su responsabilidad institucional de dirigir la iniciativa política en nuestro país».
«Los pilares de la democracia»
«Reclamamos el ejercicio de la política sin la amenaza de su judicialización, ya que el diálogo y las actuaciones institucionales y políticas para impulsar soluciones justas y democráticas a los problemas, nunca pueden ser ilegales y, mucho menos, delictivos», agrega el texto leído por los dos lehendakaris, antes de alertar de «la gravedad del ataque judicial a los pilares de la democracia, al derecho del ejercicio de la política y al valor de nuestras institucionales» que supone una causa que tacha de «injustificable».Ardanza y Garaikoetxea, que en su alocución en ningún momento citaron a los tres miembros de Batasuna imputados junto a Ibarretxe, y que han sido citados esta mañana a declarar, afirmaron que «no se trata sólo de mostrar nuestra solidaridad a la persona de Juan José Ibarretxe», sino de «defender un principio democrático básico, el de la acción política frente a la amenaza de la criminalización del diálogo, una línea roja que nadie, en democracia, debe cruzar».
Los partidos convocantes reconocen en su escrito «la capacidad de control del Poder Judicial sobre la actuación de los otros poderes del Estado», aunque señalan que dicho control «nunca puede realizarse para impedir a nuestros representantes sus derechos fundamentales y el ejercicio democrático de la política».
«En este sentido agregan, la actuación de la Sala de lo Penal del TSJPV constituye una clara interferencia política que, a través del ejercicio de la acción penal, condiciona la actividad democrática y el cumplimiento de las responsabilidades que le competen a un gobernante, en este caso, del máximo representante institucional de Euskadi». Por ello, sostienen que «llamar al lehendakari a declarar como imputado en esta causa penal por haber dialogado en busca de la paz, constituye una falta de respeto institucional y supone un ataque al conjunto de la sociedad vasca, que él representa».
La intervención de ambos ex mandatarios fue interrumpida en varias ocasiones por las personas congregadas en la plaza del Arriaga, aplausos que también se pudieron oir al inicio de la manifestación que, salvo estos aplausos, discurrió en silencio por la Gran Vía.
Según el recuento realizado por GARA, fueron unas 14.000 las personas que hicieron el recorrido entre la plaza elíptica y el conocido teatro bilbaino.
El Ayuntamiento de Bilbo, sin embargo, elevó hasta los 45.000 el número de ciudadanos y ciudadanas que marcharon por los apenas mil metros que distan entre en inicio y el final del trayecto fijado.
Autobuses e ikurriñas
La cita era a las 19.30 horas en la plaza elíptica, a las puertas del Hotel Carlton, en cuyo interior se refugiaron los numerosos representantes políticos e institucionales que secundaron la convocatoria.Varios minutos antes de la hora establecida, sin embargo, la gente ya había comenzado a arremolinarse en torno a este céntrico lugar de la capital vizcaina. Hasta allí llegaron también varios autobuses procedentes en su mayoría de otras localidades de Bizkaia, pero también del resto de herrialdes. De los mismos bajaban personas, la mayoría de avanzada edad, que se habían desplazado para arropar a Ibarretxe.
Muchas de ellas portaban ikurriñas, y otras enseñas nacionales vascas, de plástico, fueron repartidas en el punto de encuentro. Algunas personas llevaban también pegatinas de apoyo a Ibarretxe y otras contra los «juicios políticos»
Mandatarios y cargos institucionales se situaron justo detrás de la pancarta, que mostraba el lema «Euskal erakundeen alde. En defensa de nuestras instituciones». La cabecera de la marcha, que fue engrosando por las personas que aguardaban en las aceras de la Gran Vía, tardó poco más de media hora en llegar al teatro Arriaga.
Allí, tras leer el comunicado final, Garaikoetxea gritó «Gora Euskadi Askatuta», secundado por los asistentes, para dar por concluída la movilización.
B.Z.
BILBO
Pese a la ausencia de Ibarretxe, la cantidad de representantes políticos e institucionales presentes en las calles de Bilbo fue muy destacada. Alli estaban los lehendakaris José Antonio Ardanza y Carlos Garaikoetxea, así como miembros del actual Ejecutivo como la vicelehendakari, Idoia Zenarrutzabeitia, el titular de Interior, Javier Balza, o los miembros del Consejo Político, Javier Madrazo y Joseba Azkarraga. Tampoco faltaron los diputados generales de Bizkaia y Gipuzkoa, José Luis Bilbao y Joxe Joan González de Txabarri, la presidenta del Parlamento de Gasteiz, Izaskun Bilbao y el alcalde de la ciudad, Iñaki Azkuna.
En cuanto a los partidos que secundaron la marcha, entre los miembros del PNV se vio a Josu Jon Imaz, Joseba Egibar, Iñigo Urkullu, Juan Maria Atutxa o Josune Ariztondo. Por parte de EA, Unai Ziarreta y Onintza Lasa estuvieron en Bilbo, al igual que Mikel Arana y Oskar Matute de EB y Jon Abril y Aintzane Ezenarro en representación de Aralar.
«Tienen nuestro reconocimiento y el de toda la
sociedad vasca»
A pesar de denunciar la actuación del TSJPV, los partidos convocantes de la marcha señalan en su escrito que «somos conscientes de las dificultades que lleva consigo la tarea judicial y las amenazas que han sufrido jueces y magistrados» y agregan que «aún sentimos el horror por el asesinato de ilustres miembros de la judicatura a los que la violencia de ETA arrancó el único derecho cuya vulneración es irreversible: la vida». Dicho esto, PNV, EA, EB y Aralar afirman que «muchos jueces, en condiciones difíciles, llevan a cabo su tarea con una integridad encomiable, desde la convicción de que el límite de su independencia reside en el respeto a los principios del Estado de Derecho y a las reglas de la democracia». «Tienen por ello nuestro reconocimiento y el de toda la sociedad vasca», concluyen. -