Las nuevas generaciones plantan cara a los grandes templos de la cultura
Según algunos historiadores, el Centro Pompidou de París y el edificio de titanio diseñado por Frank Ghery para el Museo Guggenheim en Bilbo son las dos obras arquitectónicas más significativas construidas desde 1930 hasta nuestros días. Durante décadas han marcado estilo y como muestra, los grandes centros culturales existentes en nuestras capitales. En Europa surgen ya otro tipo de equipamientos, con primacía del contenido sobre el continente.
Jean Dethier, ex director de Arquitectura del Centro Pompidou, afirmó recientemente en Bilbo que la época de los edificios grandilocuentes con fines culturales ha terminado y que caminamos hacia modelos más íntimos. Ejemplos no faltaron en el congreso que durante tres días reunió en elPalacio Euskalduna a expertos del ámbito de la cultura; un encuentro que permitió realizar una radiografía de los equipamientos hoy existentes enEuropa, mirar hacia el futuro y ver lo que se avecina.Invitados por el Grupo Xabide, organizador del evento, asistieron al acto ponentes y público procedentes del Estado francés, Portugal, Letonia, Gran Bretaña,Alemania, Finlandia, Holanda, elEstado español, Austria e incluso México. Más de 250 personas intercambiaron sus experiencias en elPalacioEuskalduna. Uno de los proyectos que más curiosidad despertó fue el del parisino Palais de Tokyo. Con una apariencia de pabellón semiconstruido, que le ha valido duras críticas, es un equipamiento con mucha vida propia, gracias a que ha sabido hallar la correspondencia entre contenidos y público. Por el congreso ‘‘Los nuevos centros culturales enEuropa’’ pasó David Cascaro. El director del Departamento de Públicos del Palais de Tokyo puso sobre la mesa algunas cuestiones clave como son el acierto en la programación, la incorporación de nuevos enfoques o la puesta en marcha de acciones encaminadas a despertar el interés de los nuevos públicos. Otro de los casos que causó impacto fue el de Eleven (Amsterdam). Es un espacio con vocación de no permanencia en el tiempo, un entorno dinámico y moderno, que ha sido capaz de atraer a los sectores creativos de Amsterdam. Su director, Brian Boswijk, expuso la necesidad de crear espacios para los nuevos segmentos de la población, sobre todo el joven.Entornos mucho menos formales e intervenidos, menos estables que los que acostumbramos, lugares, en definitiva, favorecedores de la creatividad. También desde organizaciones clásicas se pueden plantear proyectos alternativos dirigidos a la comunidad. La Orquesta Sinfónica de Londres es un ejemplo de este tipo de entidad. El proyecto St Luke’s de la Orquesta Sinfónica de Londres tiene esa vocación. Simon Wales es director del centro LSO St Luke’s. Su experiencia al frente del mismo dejó sorprendido a más de uno en el auditorio del Euskalduna. Wales planteó que una gran organización como ésta tiene capacidad para trabajar con proyectos comunitarios, con los sectores desfavorecidos, y generar nuevos públicos con música, no sólo clásica y sinfónica, sino dando lugar también a otras tipologías. En el otro extremo, en el ámbito de las nuevas tecnologías, confluyen experiencias como la del Media Museum ZKM Center for Arte and Media, en Alemania, un inmenso centro muy ligado a la investigación entre arte y tecnologías, o ARS Electronica Center, un pequeño centro cultural en Austria más orientado a la educación. En las jornadas celebradas en elPalacio Euskalduna hubo ocasión de conocer éstos y muchos otros casos que ya han florecido o que echan a andar. Con todo, «más que conclusiones se plantearon hipótesis», explicó a GARA Roberto Gómez de la Iglesia, Consejero Delegado de Xabide. Aun así, a su juicio, sobresale una idea: «que mezclar, vincular espacios de ocio, de entretenimiento, gastronómicos y comerciales con espacios culturales no es una aberración, es el sino de los tiempos, es lo que nos viene y es en lo que vamos a tener que trabajar». Los arquitectos del colectivo Cuartoymitad de Madrid reforzaron este argumento en el Palacio Euskalduna, asegurando que «ya no se diferencia tanto entre espacios comerciales y no comerciales».
Modelos de gestion
Como colofón, tres visitas técnicas a otros tantos centros vizcainos permitió a los asistentes al congreso ‘‘Los nuevos centros culturales en Europa’’ un acercamiento a distintos modelos de gestión existentes hoy enEuskalHerria. «Vimos que la buena gestión no es un problema de tamaño sino de tener una misión clara y un marco estratégico claro», insistió Roberto Gómez de la Iglesia. Esta actividad permitió saber algo más sobre el controvertido modelo de gestión del PalacioEuskalduna; un centro que no programa actividades y que llena sus salas de contenidos a través del alquiler de sus instalaciones. También visitaron el centro Zelaieta, enZornotza, vinculado a un municipio relativamente pequeño, y el Museo Guggenheim. Para el responsable de Xabide «los grandes equipamientos
ya han cumplido una función y seguramente ya estemos a puertas de otras
tipologías. No es tanto un problema de tamaño, de consolidación o no de una
institución, sino de que todo el mundo escuche qué es lo está ocurriendo y qué
es lo que las nuevas generaciones y los nuevos comportamientos están demandando.
Hay que escuchar a los públicos». -
|