SEVILLA 2

ATHLETIC 1

BILBO

Como estaba previsto el Athletic cedió la iniciativa al Sevilla desde el principio. El planteamiento rojiblanco consistía en esperar a los de Juande Ramos metidos en su propio campo e intentar robar balones en el centro del campo para salir rápido al contragolpe. Todo iba sobre ruedas exceptuando una ocasión en la que una incorporación al ataque del central serbio Dragutinovic estuvo a punto de costarle caro al Athletic. Ninguno de los centrales se percató de su posición y ese fallo en el marcaje provocó que se quedara sólo ante Lafuente tras una peinada de Kanoute, pero el serbio remató francamente mal.

Los rojiblancos ahogaban la salida del balón rival y el Sevilla buscaba a Adriano para intentar crear peligro por la banda izquierda. Un centro suyo provocó que el árbitro se sacara de la manga un penalti inexistente de Amorebieta a Kanoute. Hay que ser ingenuo o tener mala fe para creerse que un jugador de la corpulencia del delantero africano puede salir volando por un ligero empujón. Maresca no perdonó desde el punto de penalti y parecía que las posibilidades del Athletic para regresar con algo positivo se desvanecían antes de cumplirse el primer cuarto de hora.

Sin embargo, el tanto espoleó a un conjunto rojiblanco que se marchó rápidamente a por la igualada. Una genialidad de Yeste en un lanzamiento de falta dio el primer susto a Notario y al de poco el de Basauri volvió a estar muy fino y sirvió un balón en bandeja a Aduriz para que empatara el partido.

A partir de ese instante, el partido enloqueció y se sucedieron las oportunidades en las dos porterías. El Athletic estaba entonado y bien posicionado sobre el terreno de juego y además la pareja de ataque formada por Yeste y Aduriz ponía en aprietos a la defensa del Sevilla. En el otro área, los rojiblancos tenían bastante bien sujetado a Saviola, pero Kanoute hacía mucho daño cada vez que tocaba la pelota. Yeste dispuso de una excelente ocasión en un remate de cabeza y la réplica de los andaluces llegó en un disparo al poste de Kanoute.

Antes de que terminara el primer tiempo Dragutinovic vio dos amarillas consecutivas y dejó a su equipo en inferioridad numérica. Juande Ramos reaccionó rápido tras el descanso y metió a Aitor Ocio en el campo para reforzar la zaga y quitó a Saviola. Parecía que el conjunto andaluz se iba a conformar con defender la igualada al sustituir a un delantero.

El Sánchez Pizjuán es un campo que no se les da bien a los rojiblancos, pero el partido se les ponía de cara. Pese a todo el Athletic no fue capaz de aprovechar esa superioridad y aunque controló la posesión de la pelota, en ningún momento logró acercarse a Notario con peligro. El llevar la iniciativa se tornó en su contra y con uno más sobre el campo, el juego rojiblanco fue a peor.

No sólo eso, el Athletic no encontraba el camino y el Sevilla, en cambio, decantó el partido a su favor. Kanoute hizo el segundo para su equipo mientras el Athletic necesitó de veinticinco minutos para realizar el único disparo a puerta de todo el segundo tiempo. Etxeberria lo intentó a la media vuelta y Amorebieta con un lanzamiento lejano.

A partir de ahí se acabó lo que se daba. Clemente dio entrada a Urzaiz y Dañobeitia, pero los rojiblancos en ningún momento dieron la sensación de poder empatar el partido. El Athletic jugó bien en igualdad de condiciones, pero con uno más sobre el campo sus carencias volvieron a quedar en evidencia. Una nueva oportunidad perdida que esperemos no tener que echar en falta al término de la Liga. Ya van demasiadas y cada vez queda menos.