- Se repite la misma historia de Malaga y vuelve a caer a puestos de descenso -
Sin capacidad de reaccionar y sentenciar
No es la primera ocasión que ocurre ni probablemente será la última, pero lo más triste de ayer fue ver al equipo deambular por el campo sin rumbo. El segundo gol de Kanoute les dejó tocados y no tuvieron la capacidad de levantarse del golpe. Esa falta de reacción se unió a la incapacidad de sentenciar los encuentros cuando el rival está tocado. Con uno más y en la situación que está el equipo hay que apretar y machacar al contrario. No se pueden desperdiciar tantas ocasiones. - Manex Altuna
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