LARRAUL
La suspensión planeó ayer sobre la IIIAiztondo Klasikoa pero, al contrario que el año pasado, la prueba se disputó y se pudo ver un buen espectáculo ciclista. El mejor y más fuerte fue el alicantino Didac Ortega, vencedor en 2005 de la Vuelta al Goierri.Con lo que el corredor del FCBarcelona mantiene su feeling con las carreras vascas. Un bravo Eduardo de Miguel(Bruesa) a punto estuvo de dar la sorpresa, pero fue rebasado en la ascensión final que llevaba a Larraul.La salida en Alkiza estuvo marcada por el frío en torno a los tres grados y los ciclistas tiritaban, más cuando tuvieron que descender bajo la niebla y el aguanieve. Pero la carrera, de 142 kilómetros, se calentó enseguida y las escaramuzas comenzaron pronto. En total, salieron 186 ciclistas pertenecientes a 27 equipos.
Los cuatro pasos por Aduna en los primeros 100 kilómetros seleccionaron la carrera. Un grupo de siete corredores se mantuvo en cabeza hasta el kilómetro 90, con especial protagonismo para Alberto García. El ciclista asturiano delAlfus-Tedes fue el más combativo junto a Alberto Fernández (Camargo).El ex de Baqué coronó en cabeza Alkiza la nieve hizo acto de presencia junto a Silvestre (Froiz), Villasevil (C.Valenciana) y Ortega, que ya dio su primera exhibición.
A falta de siete kilómetros, De Miguel, estudiante de fisioterapia y que trabaja de enfernero en un hospital de Hernani, aprovechó el descontrol para escaparse. Pero quedaba Larraul.Ortega midió bien la distancia y soltó a todos, hasta llegar a la altura deMiguel, y sobrepasarle con fortaleza. Por detrás, llegó una hilera de corredores, destacando entre los vascos Nieve, ya tercero en Soraluze, Gutiérrez e Intxausti.
«He reservado mis fuerzas»
Ortega tuvo buenas sensaciones. «En Alkiza he demostrado que era el más fuerte. Mi director me ha mandado reservar todas mis fuerzas para el final porque tenía muchas opciones de ganar y ha sido así».La fuga de De Miguel no le inquietó demasiado. «He pensado que dejando a un corredor con 15 ó 20 segundos antes de empezar la última subida podía cogerle. Daba mucho aire de cara, pero he controlado y, cuando ya le he pasado, lo he dado todo y hasta arriba».
Al cruzar la meta, Ortega señaló al cielo. «Hace unos meses falleció la hermana de mi padre de un cáncer, y por eso le quiero dedicar la victoria».
El del FC Barcelona disputó y ganó el año pasado la Vuelta al Goierri cedido en el Alfus. Sus lazos con el pelotón y las carreteras vascas se remontan a 2001 cuando debutó con Baqué. «Me encanta subir al País Vasco a correr, por el recorrido, la gente, el tiempo,Š Y se me da bastante bien», concluyó.
