BAGDAD
El joven líder chiíta Moqtada al-Sadr constató que la guerra civil en Irak es ya un hecho y responsabilizó a EEUU y a determinados grupos armados sunitas de azuzarla para impedir la formación del Gobierno de mayoría chiíta tras las elecciones del 15 de diciembre.Al-Sadr hizo esta afirmación desde la ciudad de Najaf un día después de que una oleada de coches bomba dejara un saldo de 48 muertos y más de 290 heridos en la gran barriada chiíta que lleva su nombre, mejor dicho el de su padre, un alto dignatario religioso chiíta muerto bajo el régimen de Saddam.
«No quiero dejarme arrastrar en esta guerra civil, pese al hecho de que esta guerra ya ha llegado», anunció, para criticar con dureza las declaraciones del jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, quien aseguró que sus tropas no intervendrían en caso de guerra civil.
«¿Y cuál es la función de las tropas americanas, si ni siquiera son capaces de proteger Irak?», se preguntó en voz alta el líder chiíta.
Al-Sadr exigió asimismo al Comité de Ulemas Musulmanes máxima institución religiosa sunita de Irak que se desmarquen «de los grupos de Zarqawi (Al Qaeda) y Takfiri (sunitas rigoristas», a los que acusó de os atentados de la víspera y de haber firmado «un acuerdo con los ocupantes para derribar al gobierno y controlar así la situación». El Comité de Ulemas calificó los atentados de «acto criminal» que imputó a las «fuerzas del mal que intentar arruinar al país en una guerra civil». No obstante, no identificó a sus autores con grupo concreto alguno.
Los seguidores armados de al-Sadr, la milicia del Ejército de El Mahdi, vigilaban ayer los accesos a esta ciudad chiíta dentro de la capital bagdadí, escenario de los sangrientos atentados. «El responsable de esta carnicería es el triángulo del mal, compuesto de un lado por EEUU-Gran Bretaña-Israel, por los saddamistas por otro y por los Takfiri», denuncia un miliciano, Abu Mustafah.
«Los americanos fomentan estos atentados para hacer creer que ni el Gobierno ni el primer ministro (Ibrahim al-Jaafari, aliado de al-Sadr) pueden controlar la situación», coincide otro, Abdel Abbas. La Policía está ausente en el barrio.
La ira de los chiítas de al-Sadr coincide con recientes guiños del embajador estadounidense, Zalmay Jalilzad, a la población sunita.
El representante estadounidense confirmó el fin de semana contactos con grupos de la resistencia. Desde su llegada al país, en agosto de 2005, todo apunta a que EEUU ha variado su estrategia y ha dejado de apoyarse en los grupos chiítas. Una estrategia macabra.
Londres retirará a 800
soldados
LONDRES. El ministro de Defensa británico, John Reid, anunció oficialmente la retirada de 800 soldados de Irak, un 10% de su contingente ocupante. Su anuncio fue criticado por expertos militares, que señalaron que «no es el momento de dar ánimos a los que quieren empezar una guerra civil».
Ex vicepresidente denuncia
torturas
BAGDAD. El ex vicepresidente de Irak, Taha Yasin Ramadan, acusó a la CIA de haberle sometido a «insoportables tortura físicas y síquicas para arrancarle el escondite de Saddam Hussein. Ramadan, juzgado por la masacre de Duyail, fue detenido en la ciudad de Mosul en 2003.
Grupo iraquí se enfrenta a
Al Qaeda
RAMADI. Una brigada tribal anunció a través de internet haber dado muerte a cinco milicianos de Al Qaeda. El grupo, la Brigada de la Venganza de Al Anbar, se formó en noviembre con la aquiescencia ocupante para enfrentarse a Al Qaeda, a la que imputa el drama que sufre la provincia sunita.
Tiroteo entre escoltas y
guardias iraquíes
BAGDAD. Dos guardaespaldas del viceprimer ministro
iraquí, Ahmed Chalabi, murieron ayer en Bagdad en un confuso tiroteo con agentes
de seguridad de una compañía de teléfonos móviles. Cientos de iraquíes han
muerto en sucesos similares desde el inicio de la ocupación del país árabe.