DONOSTIA
El Gobierno serbio hace frente a crecientes presiones en el interior del país para permitir la celebración en suelo patrio de los funerales con honores de Estado del ex presidente federal y presunto criminal de guerra y genocida, Slobodan Milosevic, hallado muerto en su celda de La Haya el sábado.El abogado y consejero de la familia Milosevic, Zdenko Tomanovic, anunció ayer desde La Haya que «he informado al Gobierno de Serbia que los funerales tendrán lugar en Belgrado, por expreso deseo de sus familiares».
Ello supondría el retorno a Serbia de Mira Markovic, compañera y consejera política del finado ex presidente, huida en 2003 y presumíblemente refugiada en Rusia ya que pesa contra ella una orden de arresto por malversación de fondos públicos y a la vez recaen sospechas de que estaría relacionada con la muerte en atentado en 2000 del también ex presidente y mentor político de Milosevic, Ivan Stambolic.
«Yo no he decidido dónde será enterrado. Si fuera sólo decisión mía, sería en Pozarevac», señaló al diario belgradense “Vercenje Novosti” Markovic, en referencia a su lugar de nacimiento, una población a 70 kilómetros de Belgrado.
La formación fundada por Milosevic, el Partido Soclalista Serbio (SPS), anunció que no contempla unos funerales sin la presencia de toda su familia, incluido su hijo Marko, también en busca y captura por malversación de caudales públicos.
Más aún, el SPS exigió que Milosevic sea enterrado con honores de Estado en Belgrado, concretamente en la Alameda de los Grandes, espacio reservado en el cementerio de la ciudad a personajes ilustres.
«Esperamos que las autoridades del Estado respeten la dignidad de este trágico momento», declaró Branko Ruzic, un alto responsable del partido. «El funeral debe ser organizado por el Estado, ya que Milosevic es un ex presidente, elegido en tres ocasiones», recordó, en referencia a que anteriormente fue por dos veces presidente de la república de Serbia.
«De lo contrario, consideraremos cuidadosamente nuestra relación con el actual gobierno», advirtió Ruzic.
El SPS cuenta con 22 diputados que suponen un apoyo fundamental para el primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, y su coalición de Gobierno, que cuenta con 108 diputados de los 250 del Parlamento.
Ante este, en palabras de los analistas locales, «enorme desafío» para Kostunica, su formación, el Partido Democrático de Serbia (DSS), mostró su comprensión ante la petición del consejero familiar de los Milosevic de que sea retirada la orden de arresto contra su compañera Markovic.
El diario serbio “Blic”, que citaba fuentes oficiales, anunciaba un acuerdo entre el Gobierno y el SPS sobre un funeral en Serbia y una autorización especial para asistir a Markovic.
Negativa del presidente
El presidente de Serbia, Boris Tadic, mostró, no obstante, su rechazo a las dos exigencias del SPS del prisionero muerto.«Un funeral de Estado por Slobodan Milosevic sería absolutamente inconveniente teniendo en cuenta el papel que jugó en la historia reciente de Serbia», rechazó Tadic, perteneciente al ala pro-occidental de la en su día alianza opositora que destronó a Milosevic.
Un ala que ha conmemorado además estos días la muerte en atentado hace tres años de su líder y entonces primer ministro, Dzoran Djindjic, quien fue precisamente quien forzó la entrega a La Haya de Milosevic contra el parecer de su entonces aliado y representante del ala pan-serbia y avalada por la poderosa iglesia ortodoxa, Vojislav Kostunica.
Contra las entregas
Pero no es la de su funeral la única cuestión de alto voltaje que ha encendido la muerte en su celda del prisionero número uno de La Haya.Analistas como Dusan Janjic apuntan que su muerte, precedida por el «suicidio» una semana antes del jefe de las milicias serbias en las Krahinas, Milan Babic, ha incrementado las presiones internas sobre Belgrado contra la entrega de criminales de guerra presuntos. Janjic no duda en criticar a la fiscal del TPIY, Carla del Ponte, quien reaccionó a la muerte de Milosevic exigiendo, si cabe con más ahínco, la entrega de Ratko Mladic y de Radovan Karadzic, respectivamente líderes militar y político de los serbios en Bosnia.
«La posibilidad de que veamos rendirse a Mladic se ha reducido a cero y su arresto ahora provocaría la caída del Gobierno», resume.
«Sólo mueren serbios»
El Partido Radical Serbio (SRS), el grupo con mayor representación en el Parlamento de Belgrado, ha advertido igualmente al Gobierno contra una eventual continuación de su estrategia de forzar las rendiciones voluntarias de serbios en busca y captura (Kostunica ha logrado que se entreguen quince de ellos desde su asunción del cargo, en marzo de 2004. El número dos de esta formación panserbia, Tomislav Nikolic, se preguntó en voz alta «qué pasa en La Haya que sólo mueren serbios...».El ministro de Exteriores, Vuk Draskovic, calificó la situación de «muy complicada y seria» y pidió a la UE que cese en sus presiones para forzar la entrega de Mladic.
La Comisión Europea reaccionó desde Bruselas que sigue en pie su ultimátum, que expira el 5 de abril, fecha en la que está prevista una reunión bilateral para un eventual acuerdo de asociación y estabilización.
Tadic se apunta al coro de los que acusan al
TPIY de La Haya
En un intento de sacudirse la presión de la opinión pública, y de dirigirla hacia la UE, el presidente serbio, Boris Tadic, mostró su convicción de que el TPIY es «responsable de lo ocurrido». «Sin duda, Milosevic había demandado más cuidados médicos», indicó Tadic, quien reiteró que «ese derecho debería haber sido concedido a todos los acusados de crímenes de guerra». No obstante, reiteró que las circunstancias en torno a la muerte de Milosevic «no harán peligrar nuestra cooperación con el Tribunal». Su vicepresidente, Miroljub Labus, coincidió en que un enfermo cardíaco como era él (en referencia a Milosevic) necesitaba un diferente tratamiento médico». -