LA HAYA
El Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) anunció ayer que los resultados definitivos de la autopsia realizada y grabada en vídeo al cadáver de Slobodan Milosevic podrían no ser hechos públicos esta semana.Fuentes del tribunal adelantaron a última hora del domingo, y en medio de informaciones y denuncias sobre su presunto envenenamiento, que los resultados preliminares de la autopsia revelarían su muerte por un infarto de miocardio y
anunciaron, sin concretarlas, el hallazgo de «dos circunstancias» que explicarían este desenlace. No obstante, estas mismas fuentes se limitaron a señalar ayer que los resultados del examen toxicológico estarían detrás del anunciado retraso en su publicación.
La escasa tardanza y concreción del tribunal, responsable de la salud del prisionero bajo su custodia, no contribuyó a atenuar las sospechas sobre las razones de la muerte del ex presidente federal y presunto criminal de guerra y genocida.
Un toxicólogo holandés confirmó haber detectado en un análisis de sangre del prisionero muerto realizado hace dos semanas un medicamento contraindicado para la enfermedad del corazón que padecía desde hace años.
Se trata de la rifampicina, un antibiótico que se utiliza para el tratamiento de la lepra o la tuberculosis, y que anula los efectos de medicamentos recetados para la hipertensión arterial o las arritmias cardíacas.
Pero el toxicólogo, Ronald Uges, acusó a Milosevic de haber tomado él mismo esa medicación contraindicada «para forzar el permiso para que fuera trasladado a Moscú».
Uges no aportó prueba alguna de su acusación. Pero el diario holandés “Le Soir” reforzó esta contratesis anunciando el hallazgo el pasado mes de enero de medicamentos no prescritos en la celda de Milosevic.
El TPIY no quiso hacer comentario alguno sobre esta información, pero el presidente de la asociación de abogados que trabajan en este tribunal, Gregor Guy Smith, recordó que, «en principio, los guardianes de la prisión requisan todo lo que llevan las visitas y que consideran inapropiado».
En declaraciones al diario croata “Jutarnji list”, el ex embajador de EEUU en Croacia y Serbia William Montgomery se sumó al contraatraque y aseguró que estamos ante un caso de «suicidio de facto», toda vez que «en los últimos años no quiso tomar medicamentos para la tensión y el corazón, lo que pueden confirmar sus médicos (...) Milosevic no quería esperar a la sentencia», concluyó.
Segunda autopsia
Rusia confirmó que su Embajada en Holanda recibió el mismo día de la muerte de Milosevic una carta, fechada dos días antes (8 de marzo) en la que denunciaba tratamientos «nocivos para mi salud» y reiteraba su petición de ser enviado a Rusia. El abogado del finado, Tomanovic, anunció la llegada hoy de «expertos rusos a La Haya porque Rusia ha solicitado una segunda autopsia».
Ello supondrá el retraso en el traslado del féretro a su último lugar de reposo, pese a que su hijo Marko, llegará «esta noche o mañana (por hoy) a La Haya para recoger el cuerpo de su padre», añadió.