La muerte de un empleado de la empresa harinera ‘‘Guria” eleva a once el número de trabajadores muertos, en lo que va de año, en Euskal Herria. De estos once fallecimientos, seis se han producido en Nafarroa. De acuerdo a la denuncia cursada por fuerzas sindicales del herrialde, el incumplimiento en la normativa de prevención de riesgos laborales y el alto nivel de subcontratación aparecen como los factores claves a la hora de interpretar los crecientes índices de siniestralidad laboral. Estos factores, sin ser los únicos, explican en sí mismos buena parte de los accidentes laborales y obligan, por descontado, a mejorar los esfuerzos para evitar tantas muertes en los centros de trabajo. Se trata de analizar las causas y de aplicar las medidas que son por todos conocidas pero que no terminan de aplicarse. Ese es el camino, y no el de cuestionar lo abultado de la estadística. Porque a justificación y hasta a anhelo de maquillar las oscuras cuentas de la siniestralidad suenan los comentarios sobre que en algunos países no se contabilizan como muertos en el trabajo siniestros que sí computan aquí. Tampoco la violencia sexista ha merecido durante mucho tiempo una estadística propia, sin ir más lejos en el Estado francés, lo que permitía ocultar bajo la alfombra a esas víctimas. ¿Es ésa la mejor propuesta contra la siniestralidad que tiene Confebask? -