Carolina MARTINEZ | Directora de DFoto
«El vídeo está conociendo el mismo boom que conoció la fotografía en los años 80»
DFoto será una pieza clave a la hora de definir el puzzle cultural del futuro Donostia, tan ligada a la cultura de la imagen. Hoy se abre la tercera edición de la feria y por la misma pasarán, no sólo los coleccionistas, sino también los responsables de la mayoría de los museos europeos. La directora de la feria, Carolina Martínez, nos hizo un hueco ayer en su ajetreada jornada.
Estudió Derecho, pero su vida ha estado siempre muy
ligada a la fotografía. De hecho, cuando terminó la diplomatura en Gestión en
Comunicación Audiovisual en La Sorbona y tuvo que escoger un tema para la tesis,
optó por “La fotografía y los derechos de autor”. Trabajó tres años en la
agencia Magnum, fue editora gráfica de “El País Semanal”. Ha sido comisaria de
exposiciones y proyectos de diversas instituciones, como Fotoespaña o Caja del
Mediterráneo, pasó por la docencia en la universidad y por motivos personales
aterrizó en Iruñea donde fundó una pequeña empresa de gestión de fotografía, que
se llamó Alquibla. Fue allí donde conoció a Enrique Ordónez, con quien colaboró
en alguna exposición y terminó integrándose en la dirección de la fundación
Ordóñez-Falcón. Desde hace tres años es directora de la feria DFoto, que hoy a
mediodía se abre en el Kursaal. La encontramos en plena faena, saludando a los
galeristas que llegaban a ocuparse de sus stands.
¿Qué parte del año le ocupa la preparación de la feria ?
La feria nos ocupa mentalmente todo el año, pero de forma material desde enero hasta ahora. Pero la fundación, además de esta feria, trabaja en proyectos tan importantes como el futuro Centro de Fotografía, la gestión de la propia colección o las exposiciones que organiza.
¿Con qué equipo cuenta para la gestión de la feria?
El equipo de la fundación es muy reducido. Somos tres las personas fijas que trabajamos en la misma, aunque haya más gente de otras empresas al rededor. Para la organización de la feria contratamos a un grupo de estudiantes, que yo llamo voluntarios, que en parte vienen a aprender. Son estudiantes de Bellas Artes y Fotografía que quieren saber cómo funciona el sector y que nos ayudan muchísimo.
¿Cuál es su labor en la feria? Aparentemente se le ve muy tranquila.
La procesión va por dentro. La empresa que monta los stands ya viene trabajando desde la semana pasada. Los galeristas comenzaron a llegar ayer (el martes) y están prácticamente terminando el montaje. Algunos recurren a una empresa de montaje que les ponemos a su disposición y otros lo hacen por su propia cuenta. Los voluntarios les ayudan un montón.
¿Qué tipo de referencias utilizaron a la hora de diseñar la primera edición?
Queremos que la nuestra sea una feria con su personalidad, especializada en fotografía contemporánea y vídeo. ¿Referencias que hemos tenido en cuenta? Está París Fhoto, que se celebra en noviembre en el Carrusel du Louvre. Pero tiene fotografías desde el siglo XIX y es muy importante su parte histórica. El pasado año comenzó también Photo London. Ellos se han centrado mucho en la fotografía inglesa. La mayoría de las galerías son inglesas. Ferias de referencia para nosotros son la de Vassel o la Feria de Arte Contemporáneo de Londres. Otra que ahora está en auge es la de Miami y está también Arco, por citar una del Estado español. Si bien hemos indagado mucho en temas de organización o de gestión, para ver cómo solucionan, por ejemplo, los problemas de aduana, en algunas de estas ferias, el diseño de nuestra feria tiene más que ver con las ideas que tenía Enrique Ordóñez que con las ferias que he citado. El, como coleccionista, se preguntó qué es lo que le gustaría tener en una feria y a partir de ahí fuimos diseñando el modelo. A DFoto se viene por invitación. Hay un comité interno, formado directores de museos, galeristas y por nosotros, que hace la selección. Y como, desgraciadamente, es una feria pequeña, cada año pedimos amablemente a algunas galerías que salgan para que puedan entrar otras. Tenemos un tope de 43 galerías y no queremos crecer. De hecho, uno de los atractivos de nuestra feria es el ambiente familiar que se respira en la misma y la acogida que dispensamos.
¿Se podría decir que en los últimos años se da un auge de la fotografía como lenguaje?
Sin duda alguna. El boom empezó en los años 80. Eso se ha visto en Arco y otras ferias. Empieza a haber conservadores de fotografía en los museos. Cuando yo decidí dedicarme a la gestión y comisariado de exposiciones en el Estado español no había gente que me pudiera formar. Fuera sí. La figura de comisario de fotografía es muy reciente entre nosotros. En cuanto a la universidad, Barcelona tenía un departamento de fotografía en Bellas Artes y probablemente también lo tuviera Madrid. Pero la situación antes de los 80 no tiene nada que ver con la actual.
Se suele argumentar que la fotografía es un arte asequible. ¿Es realmente así en vuestra feria?
Sí, es que verdad que la fotografía en general es más asequible que cualquier otro tipo de arte. En nuestra feria se puede comprar una obra desde 500 euros hasta 25.000 o 30.000. Depende fundamentalmente de la firma, aunque el mercado es una cosa muy compleja.
¿Se utiliza la fotografía de autor para la decoración, como se utiliza la pintura?
Yo, por ejemplo, tengo obras de fotógrafos conocidos o amigos en casa.
Decía que amablemente piden a varios
galeristas que cedan su espacio a otros. ¿Quiere decir que la mayoría repite?
Así es, aunque cada año escogemos un puñado de galerías que nos parecen interesantes e intentamos hacerles un sitio, pero la mayoría repite. ¿Qué importancia le dan a la faceta
didáctica de la feria? Creo que tenemos que educar a la gente a saber ver y apreciar la fotografía y la imagen en general. Este año también hemos organizado unas actividades teóricas o de reflexión que tendrán lugar al viernes a la mañana, aunque tampoco queremos cargar la feria de actividades, porque dura sólo cuatro días. ¿Podría darnos una definición de la
fotografía que le guste especialmente? La fotografía es un lenguaje que nos tiene que ayudar a pensar y a reflexionar. ¿Por qué se habla tan poco del vídeo cuando
se habla de la feria DFoto? Estoy convencida de que el vídeo conoce ahora el mismo boom que conoció la fotografía a partir de los años 80. La feria hace un hueco al vídeo y queremos que ese hueco sea cada vez mayor. Las galerías se van animando poco a poco a traer y exhibir vídeo. Su presencia es reducida, pero sin duda irá aumentando. ¿Es más difícil convencer a una galería
lejana para que participe en la feria? Para una galería norteamericana, por ejemplo, supone un
coste enorme. El año pasado vino una y este año vienen dos. A mí me dirán que no
les compensa, pero supongo que no perderán dinero. A mí encantaría poder tocar
el mercado sudamericano. Para el año que viene tenemos casi confirmado que viene
una galería mexicana. También nos gustaría abordar el mercado asiático, más que
nada por mostrar lo que se hace en diferentes lugares del mundo. -
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