BRUSELAS
El comisario de Ampliación, Olli Rehn, anunció ayer la suspensión de las negociaciones con Belgrado para un Acuerdo de Estabilización y Asociación el primer paso para entrar en la Unión Europea tras expirar el pasado 30 de abril el ultimátum para la entrega del general Ratko Mladic, acusado de crímenes de guerra, al Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY).
Rehn tomó la decisión de anular la próxima ronda negociadora, prevista para el 11 de mayo, tras reunirse con la fiscal del TPIY, Carla del Ponte, que le presentó una «evaluación negativa» de la cooperación serbia con La Haya.
El encargado de las negociaciones comunitarias con Belgrado situó, como principal razón que explicaría que Mladic no esté aún en La Haya, que «los servicios de seguridad y especialmente la inteligencia militar no están plenamente bajo el control civil democrático del Gobierno serbio».
El primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, reaccionó apelando a Mladic a que se entregue voluntariamente y asegurando que su Ejecutivo ha hecho «absolutamente todo lo que está en su poder para que Ratko Mladic finalmente se vaya a La Haya».
Tras asegurar que la Policía habría desarticulado toda la red de apoyo y cobertura al prófugo, Kostunica dio a entender que Mladic «se esconde ahora completamente solo» por lo que, coligió, su detención sería una cuestión «técnica».
No opina lo mismo el hasta ayer viceprimer ministro serbio y encargado de las negociaciones con la UE, Miroljub Labus, quien presentó su dimisión. Defensor de la integración en la Unión y decididamente partidario de las recetas socioeconómicas draconianas que impulsa Bruselas, Labus acusó a los servicios de seguridad de «buscara Mladic por todas partes excepto donde este se ocultaba».
Pese a acusar a su Gobierno de «traicionar el interés más importante del país y de los ciudadanos de Serbia», Labus anunció que su formación, G-17 Plus, decidirá el sábado mantener su apoyo parlamentario al Ejecutivo de Kostunica «mientras continúen las negociaciones sobre Kosovo.
La fiscal del TPIY, Del Ponte, calificó de «surrealista» el llamamiento de Kostunica a Mladic y denunció su «doble discurso inaceptable».
Del Ponte se sintió «claramente engañada cuando a finales de marzo se me comunicó el cercano arresto de Mladic» aunque concedió que «parece como si las autoridades (serbias) esperaran que se entregaría voluntariamente».
Frente a la indignación de Del Ponte, que anunció que llevará a Serbia al Consejo de Seguridad, Rehn subrayó que aún hay tiempo para culminar las negociaciones antes de final de año, como estaba previsto.
