La continuidad de Tony Blair se decide en las elecciones locales de hoy
Los analistas políticos británicos coinciden con la lectura que el recién elegido líder del partido Liberal-Demócrata, Menzies Campbell, ha hecho de las elecciones locales que hoy se celebran en Inglaterra. Los resultados de esta votación podrían interpretarse como un referéndum sobre el futuro político de Tony Blair.
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Los últimos meses han sido difíciles para el primer ministro británico, pero Blair parece el eterno superviviente y ha manejado cada crisis a su conveniencia. Sin embargo, los últimos dos escándalos, que han afectado a su ministro de Interior, Charles Clarke, y a su mano derecha, John Prescott, podrían ser la puntilla a un líder que se ha empeñado en extender su carrera política más allá de lo deseado por su partido.
El apoyo a Blair dentro del laborismo se ha resentido por lo que muchos consideran su estilo presidencialista, su manipulación de la opinión pública y su negativa a pasarle el relevo al responsable financiero de su gabinete, Gordon Brown, en los plazos previstos. Sin embargo, el partido le ha seguido apoyando por su claro tirón electoral. Es por ello que los resultados de esta elección local son tan importantes para su futuro.
En los últimos días, el primer ministro Tony Blair ha explicado que los resultados de las elecciones locales no deben tomarse como una medida de políticas generales, sino más bien de particulares de un área. Algunos han interpretado este comentario como una muestra de su preocupación.
Los cálculos apuntan a que el laborismo podría digerir la pérdida de hasta 150 concejalías. Se podría sugerir que, teniendo en cuenta los problemas con la reforma educativa, la ley «antiterrorista», la deuda sanitaria y los escándalos personales y públicos de su gabinete, los resultados no son tan negativos, pero ello no impedirá a los detractores de Blair, que se multiplican en el partido, que exijan su dimisión.
Pérdidas electorales superiores, de entre 200 y 250 concejales, sobre todo si se producen en Londres, se lo pondrán difícil a Blair.
Estas elecciones locales también son una gran prueba de fuego para la oposición, ya que tanto el líder conservador, David Cameron, como el Liberal Demócrata, Menzies Campbell, se enfrentan a su primera cita electoral a la cabeza de sus respectivos partidos.
A pesar de que los conservadores mantienen una mayoría en lo que se refiere al número total de concejales, David Cameron necesita demostrar que su partido vuelve a representar una alternativa al laborismo, principalmente en ciudades como Liverpool, Manchester y Newcastle, donde hoy no hay representantes conservadores. Su apuesta ha sido la «agenda verde» incluyendo un viaje en trineo a un glaciar noruego, con la que espera ganar otros 100 concejales para su partido.
Por su parte, Menzies Campbell tiene que hacer olvidar al electorado a su predecesor, Charles Kennedy. Las predicciones son buenas, tras arrebatar al laborismo el escaño de Dunfermline, West Fife, el pasado mes de febrero, y esperan ser los beneficiarios de la desilusión en el laborismo.
Crisis en el Ejecutivo británico
DUBLIN Independientemente de los resultados de la elección de hoy, todo apunta a que el gabinete de Blair se enfrenta a una crisis. En estos momentos, el ministro de Interior, Charles Clarke, está en el punto de mira político al descubrirse que presuntos criminales no británicos, que podrían haber sido deportados, fueron excarcelados y ahora se encuentran ilocalizables en Gran Bretaña. Blair le ha manifestado su apoyo, pero manifestaciones similares se han producido en otras ocasiones con anterioridad a una dimisión. Sin embargo, no es Clark el único que se encuentra en dificultades. El segundo del laborismo, John Prescott, mediador entre el primer ministro Blair y el jefe de finanzas del gabinete, Gordon Brown, ha abierto otra brecha de ataque con su confesión de infidelidad con su secretaria. A esto hay que unir la separación de la ministra de Salud, Patricia Hewitt, cuyo marido se ha visto implicado en un escándalo financiero relacionado con Berlusconi. Y a la titular de Educación, Ruth Kelly, al descubrirse la contratación de autores de crímenes sexuales en escuelas públicas.
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