Rafa Díez Usabiaga - Secretario general de LAB
Por los derechos de los presos
Mañana, las calles de Donostia, desde el Antiguo hasta el Boulevard, tienen que inundarse de solidaridad y compromiso con los presos y presas políticos vascos. Han sido innumerables las ocasiones en que nuestra protesta, nuestro grito de denuncia y reivindicación se ha planteado en manifestaciones, concentraciones, encierros; a pesar de ello, los gobiernos de Madrid y París mantienen una política carcelaria pivotada en la venganza y en el chantaje permanen- te contra un colectivo ejemplo, por el contrario, de sacrificio, dignidad y coherencia.
Los nuevos tiempos políticos, plagados de palabras como diálogo, paz, derechos, legalidad... auguraban cambios en la situación carcelaria. Pero, al contrario, el Gobierno del PSOE ha considerado que esa es una pieza de gran importancia en el tablero político, abordando medidas e impulsando decisiones para incidir en un macabro juego con la vida y futuro de centenares de militantes políticos en prisión.
Los dirigentes del PSOE nos repiten hasta la saciedad la palabra «legalidad» para justificar lo injustificable en política carcelaria, en el respeto a los derechos de los presos políticos vascos. Es una enorme hipocresía hablar de una política carcelaria, de inde- pendencias de poderes judiciales como base en el respeto al funcionamiento del Estado de Derecho... y comprobar que el Estado tiene políticas ad hoc en función de sus intereses específicos.
La ciudadanía vasca ve con sus ojos que Rafael Vera, ex secretario de Estado del PSOE y condenado por sus implicaciones en la constitución y actuaciones del GAL, tiene un régimen carcelario especial que le posibilita cumplir condena fuera de prisión en función de su supuesta situación «depresiva» y, mientras, a presos y presas vascas con enfermedades graves, en casos incurables, se les niega lo que por derecho y legalidad les corresponde por motivos estrictamente discrecionales y políticos.
La ciudadanía vasca ve que personajes como Galindo, Elorriaga, Tejero... y otros muchos con graves delitos y largas condenas, están en la calle y, al contrario, a los presos vascos se les construyen acusaciones para que permanezcan en prisión, caso escandaloso de Iñaki de Juana, o se plantea arbitrariamente una doctrina especial, doctrina Parot, para evitar su excarcelación a pesar de haber cumplido sus respectivas condenas. Es decir, el Estado español con esta maniobra y por la puerta de atrás, aplica en este momento una cadena perpetua contra cada vez un mayor número de presos y presas.
La ciudadanía vasca ve cómo el derecho de toda persona encarcelada a cumplir condena cerca de sus familiares se viola arbitrariamente por una estrategia basada en el chantaje permanente.
Estos ejemplos de actuación y política específica contra el colectivo de presos y presas políticos vascos se pueden extender a cuestiones también graves como: medi- das de aislamiento, impedimentos para el estudio, deficiente tratamiento sanitario, negación de visitas... Cómo no, una mención especial a la grave situación de Iñaki de Juana, quien, tras cumplir su condena, permanece arbitrariamente en prisión preventiva tras haberse construido contra su persona una acusación por la que le piden 96 años de cárcel por escribir dos artículos de opinión. ¡Increíble!
Así pues, lejos de encauzarse esa sistemática vulneración de derechos, el agravamiento de medidas contra el colectivo se ha convertido en un importante nudo y pulso con el cual el PSOE quiere o pretende especular en este momento político.
Desde este analisis sobre la situación, las organizaciones que conformamos el Foro de Ibaeta queremos lanzar a los gobiernos de Madrid y París un mensaje claro de ¡basta ya! Es realmente insoportable la situación en las cárceles, la estrategia contra los presos y presas vascos. Queremos a Iñaki en la calle, queremos a los presos enfermos en la calle, queremos la anulación de la llamada doctrina Parot y la libertad de quienes han cumplido sus condenas, les queremos en Euskal Herria para ser agentes activos en un proceso hacia la paz y soluciones políticas.
Mañana tenemos una cita ineludible. El contexto político y la situación específica del colectivo de presos necesita de una sociedad activa y protagonista. Por eso, con más fuerza que nunca, con más necesidad que nunca, con el convencimiento de que es momento de activar fuerzas e interpelar a los gobiernos sobre su criminal política carcelaria, debemos llenar las calles y asumir compromisos para nuevos pasos de presión social hasta lograr traerles a Eus- kal Herria y a casa. -
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