IRUÑEA
«Espárragos enlatados en Navarra». Así figura en la etiqueta de muchas latas de este producto, y en letra muchísimo más pequeña, casi ilegible, se añade: «Producto originario de...» (China, Perú, Extremadura). Esta práctica ha provocado en los últimos años un descenso de la superficie cultivada de espárragos en Nafarroa, que son de mucha mejor calidad que los procedentes de otros países pero no pueden competir con los precios, mucho más bajos.
El Consejo Regulador de Navarra ha adoptado diversas medidas de control y verificación del origen geográfico de los espárragos, producto de gran importancia en muchas econo- mías familiares de la Zona Media y Ribera del herrialde.
En este ámbito se centra el proyecto de investigación en el que está trabajando un grupo de investigadores de la Universidad Pública de Nafarroa, que consiste en desarrollar una metodología que permita determinar el origen geográfico del espárrago a partir del llamado líquido de gobierno, que es el líquido de conservación del producto que hay en la lata.
Un trabajo realizado en este campo por varios investigadores del Departamento de Producción Agraria y del Departamento de Ciencias del Medio Natural ha obtenido el segundo premio en el IX Congreso de la Asociación Europea de Agronomía, que se ha celebrado recientemente en la Universidad de Warsaw (Varsovia) y que contó con la participación de más de medio millar de investigadores de 36 países.
Este es el congreso de agronomía más importante a nivel europeo, y lo organiza la Asociación Europea de Agronomía cada dos años.
El estudio que ha obtenido el segundo premio ha sido realizado de forma conjunta por Julio Muro, Ignacio Irigoien, Nekane Huarte, Pedro Aparicio y Carmen Lamsfus. Entre otras cosas, el jurado calificador ha tenido en cuenta que el trabajo de estos investigadores de la UPNA se basa en la problemática que algunos productos agroalimentarios europeos presentan a la hora de competir en un mercado con productos más baratos por haber sido elaborados en países con menores costes de producción.
En la anterior edición del mismo congreso, celebrado el año 2004 en Copenhague, otra comunicación del mismo grupo de investigadores de la UPNA también fue premiada.
En ese caso se trataba de un trabajo que presentaba los resultados de una técnica que permitía determinar si un producto vegetal había sido fertilizado de modo ecológico o convencional.
