TOKIO
«La actitud de Corea del Norte podría servir de pretexto a Japón para dotarse del arma nucleare, lo que tendría repercusiones en China y Rusia y trastocaría el equilibrio en la región», advirtió el viceministro de Exteriores surcoreano, Yu Myung-Hwan.Se refería al anuncio por parte de Pyongyang de que realizará una prueba nuclear. Ensayo que algunos medios surcoreanos situan la semana próxima.
Pero al margen de la veracidad del anuncio, Corea del Norte utiliza estas amenazas como elemento de presión en sus negociaciones con Occidente,lo cierto es que el debate en Japón está servido.
«No se puede descartar la posibilidad de que, a iniciativa de Japón y de EEUU, se instale en la región un sistema de disuasión nuclear», asegura Yoshinobu Yamamoto, profesor de la Universidad Aoyama Gakuin.
Este experto de política internacional retoma el discurso alarmista nipón para recordar que «los misiles de Corea del Norte no pueden llegar a EEUU, pero pueden facilmente destruir Japón».
El debate no es ajeno a la consolidación en el poder en Japón de los halcones, encarnados en el primer ministro, Shinzo Abe, quien postula la revisión de la sangrienta historia del Japón imperial y la militarización del país, de la mano de la derogación de la Constitución «pacifista» impuesta por EEUU tras la derrota japonesa de 1945. Abe debe precisamente su popularidad a su «inflexibilidad» respecto a Corea del Norte.
Es un secreto a voces que Japón, adalid de la energía nuclear, es actualmente técnicamente capaz de construir la bomba atómica. El debate gira en torno a la decisión política.
Armas estadounidenses
Yamamoto avanza que la «solución más realista» es que Tokio autorizara a EEUU desplegar armas nucleares en las bases que tiene en el Archipiélago. Cabe recordar que a finales de la semana pasada comenzaron a llegar a la base de Okinawa las piezas de un futuro sistema de defensa antimisiles.Incluso esta opción B supondría un giro total en la doctrina del país que en 1945 sufrió los únicos ataques nucleares de la historia, perpetrados por EEUU, y que dejaron más de 200.000 víctimas mortales en Hiroshima y Nagasaki.
Pero el debate no es nuevo, Ya en los sesenta, el primer ministro Eisaku Sato propuso dotar a Japón del arma nuclear para hacer contrapeso a China. La propuesta fue rechazada por EEUU. Más recientemente, una revista japonesa afirmó que el ministro de Exteriores, el también halcón Taro Aso, insistió ante el vicepresidente de EEUU, Dick Cheney, de la «necesidad» de que Japón se arme nuclearmente si Corea del Norte siguiera con sus planes. El entorno de Aso desmintió estas informaciones.
Escépticos o ingenuos
Por contra, no faltan analistas escépticos que no contemplan la posibilidad de que Japón vaya finalmente a construir la bomba atómica. «Algunos van a comenzar a abrir la caja de Pandora. Pero, sinceramente, no pienso que sus argumentos lo consigan», predice Masao Okonogi, especialista sobre Corea del Norte en la universidad japonesa Keio.«Japón es miembro del Tratado de No Proliferación (Nuclear, TNT). ¿Estaría Tokio dispuesto a denunciar este tratado y, por lo tanto, a hacer lo mismo que está haciendo Pyongyang?», se pregunta este escéptico, ¿o ingenuo?, experto.
