IRUÑEA
Las afirmaciones hechas anteayer en el Parlamento por presidente navarro Miguel Sanz sobre el euskara y sus últimas iniciativas al respecto han provocado reacciones contrapuestas. Así, el PNV advierte algunos «cambios positivos» y lo atribuye a que «está tratando de acomodarse al nuevo tiempo electoral pareciendo tolerante y defensor de la pluralidad».
El presidente de este partido en Nafarroa, José Angel Agirrebengoa, subrayó a través de un comunicado que «Sanz no puede cambiar su concepción respecto al euskara. Las únicas circunstancias que han cambiado son las severas críticas realizadas por la Oficina Europea de las Lenguas Minorizadas; las sentencias judiciales, que rectifican las actuaciones del Ejecutivo en su libre y restrictiva interpretación de la Ley del Vascuence; y la proximidad de un año electoral».
Batzarre, por su parte, pidió a Sanz un «cambio radical» en su actitud hacia el euskara. «La lengua debe entenderse como un elemento integrador, amable y acogedor con las diferentes realidades lingüísticas que existen en Navarra», remarcó.
«UPN y CDN deben entender que éste no es un tema más de la agenda política, no es un espacio de enfrentamiento», dijo.
Para LAB-Irakaskuntza, Sanz «ha roto todas las marcas en ese acoso irracional y ciego al euskara. Por desgracia, desde la más tierna infancia aprendemos que la palabra ‘cateto’ tiene dos significados y casi todos los días tenemos ejemplos prácticos de ese significado».
STTE-EILAS también expresó su protesta «más rotunda por la intolerancia y falta de respeto» del presidente navarro y exigió que rectifique «sus palabras amenazantes».
Desde Ikasle Abertzaleak resaltaron la vulneración de derechos que sufren los euskaldunes y acusaron a Sanz de «tener poca vergüenza».