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Gara > Idatzia > Ekonomia 2006-10-22
Roberto GRACIA | Director general del centro tecnológico Labein-Tecnalia
«Tenemos capacidad para competir en Europa en desarrollo tecnológico»
El centro tecnológico Labein-Tecnalia ha cumplido cincuenta años de actividad. El director general, Roberto Gracia, valora de forma positiva el desarrollo que ha tenido y reconoce que se encuentra a la altura de otros centros tecnológicos europeos. Para él, la industria vasca es competitiva porque ha tenido cerca a este tipo de centros, a la vez que reconoce el papel puntero del mismo en nanotecnología en la Construcción.

Labein ha cumplido cincuenta años. Roberto Gracia asegura que el centro tecnológico ha proporcionado soluciones para la industria durante ese tiempo. A partir de junio de 2007, los centros integrados en Tecnalia trabajarán «con un solo corazón», lo que supondrá unir fuerzas para competir con más eficiencia y eficacia en Europa. El director general de Labein considera que la apuesta por los centros tecnológicos en Euskadi «ha sido un éxito», que «ha dado resultados positivos». La siguiente etapa se encuentra en integrar en una red de «ida y vuelta» a la universidad, los centros tecnológicos y las empresas «para ganar en futuro» y acercarse a modelos de éxito. Labein destaca en la nanotecnología, que «empieza a ser una auténtica nanorevolución». Para Roberto Gracia los centros tecnológicos vascos encaran el futuro «con confianza y seguridad en su línea de trabajo»

­Junio de 2007 es la fecha elegida por Tecnalia para dar un cambio de orientación a la corporación ¿Labein cómo quedará en ese proceso?

Se ha hablado y negociado, pero no hay una aprobación final. En Tecnalia trabajamos en consenso total. Es un camino lento, pero tiene la ventaja de que cuando se decide, va a misa.

­¿No choca esa forma de proceder con el alto ritmo que tienen los avances tecnológicos?

Sí. No me gusta correr. Me gusta ir al ritmo del entorno, pero hay que darse cuenta que estamos siete centros en Tecnalia y, por lo tanto, hay que hacer camino con consenso, aunque cueste más. Luego ya se podrá correr una vez se adopte la posición de tirar hacia una dirección. Labein quedará fortalecido, porque mantendremos las áreas de Construcción, Energía yMedio Ambiente industrial, es decir, todo lo que tiene que ver con la sostenibilidad.

­¿Se avanzará a una especialización mayor?

Sí. Cada centro tecnológico quedará fortalecido, porque se profundiza en su opción de expertos en determinadas áreas de trabajo. Es una manera de avanzar. En Alemania, por ejemplo, tienes una mayor especialización, que es de gran envergadura y que implica al mercado. En Labein tenemos la ventaja de que nuestro área de trabajo va a ser la sostenibilidad, que tiene plena actualidad.

­¿Qué modelo de centro tecnológico es más interesante a nivel europeo?

En estos momentos, para mí, el finlandés. Nos llevan años de ventaja, pero avanzamos en un modelo similar, como es el de ser especialistas en una serie de trabajos y materias, porque de esa manera coges tamaño, lo que es muy importante. El paso que vamos a dar dentro de Tecnalia persigue la idea de hace un centro que diga algo en Europa. En Euskadi estamos a un buen nivel en relación al Estado español, pero eso ya no vale si quieres competir con los alemanes o los nórdicos, por ejemplo.

­¿No hay que perder el Norte como referencia?

Sí. Es complicado. Hay que estar entre los mejores.

­Si hacemos un ránking, ¿en qué puesto se encuentra Labein-Tecnalia?

Es difícil. Quizá en la quinta o la cuarta posición de los centros privados con apoyo público en relación a otros semejantes al nuestro, porque también están los públicos. Nuestro sueño sería alcanzar el tercer puesto europeo en el desarrollo de la sostenibilidad. Es posible lograrlo en unos pocos años.

­¿Existe mucha competencia entre los centros tecnológicos?

Poca. Todavía muchos son centros tecnológicos de país, que crecen y desarrollan la actividad de cara a la industria de su zona, nada más. Sin embargo, ahora se empiezan a moverse. Algunos van hacia Asia. Con todo, no hay mucha competencia porque es una implementación para la industria de cada país, lo que resulta más difícil es moverse hacia otras zonas.

­¿Ustedes salen?

Hemos empezado. Estamos metidos en centros de I+D de los fabricantes europeos como son Volkswagen y Renault. Estamos en competencia con el mercado en automoción. Hay un centro alemán muy potente, el Fraunhofer, pero en este tema estamos por delante.

­¿Qué desarrollan con ambos fabricantes de coches?

Tenemos un equipo potente que ha investigado el manejo de la chapa dentro de la unidad de negocio de automoción, que en Tecnalia la lidera el centro Inasmet. Nuestros expertos colaboraron con otros de la Universidad de Ohio y hemos dado con una línea de negocio, que no es única, pero sí en Europa. Se trata de optimizar los procesos de conformado. Cuando se monta la carrocería de los vehículos salen arrugas, lo que supone que en la cadena de montaje tienen que intervenir de forma manual para resolver esos problemas. Hemos desarrollado una tecnología que lo resuelve. Tenemos contactos con todos los fabricantes, aunque sólo estamos en dos.

­En cincuenta años de actividad, ¿Labein ha cambiado bastante a su entender?

Nació como un centro de servicios para la empresas de Bizkaia, bajo la idea de Leandro José Torrontegui. Prestaba servicios, hacía informes y ensayos que eran fundamentales para las empresas. Esa es una faceta que se mantiene, pero no es la única. Acordamos que Labein tendría que entrar en proyectos grandes, porque entendemos que es la manera de tirar de la empresa para que adopte sistemas de producción innovadores. Creo que es el cambio fundamental que hemos dado. Somos un centro tecnológico muy equilibrado.

­¿Se ha notado, de todas formas un cambio radical?

Es cierto que se ha producido un cambio radical entre la gente que estaba y la nueva. En la actualidad hemos demostrado que somos un centro que puede trabajar a nivel europeo sin problemas. No hay diferencia entre un centro alemán y Labein, por ejemplo. Llevamos un cierto retraso, pero tenemos capacidad y hay un impulso a la innovación. Estamos capacitados para sacar cualquier proyecto adelante.

­Se habla mucho de innovación tecnológica y la inversión en I+D, pero no son muchas las empresas que lo tienen en cuenta, ¿qué piensa usted?

Esto no es Alemania. Pero hay una cosa sencilla de explicar que todas las empresas vascas tienen que saber que tienen que competir con otras alemanas, francesas... Las pymes igual están algo por detrás y sería deseable más implicación. Pero, hay empresas vascas que compiten y están entre los líderes en la Unión Europea. Sí existe un modelo diferente en Alemania, porque el centro tecnológico está pegado a la empresa. Ese paso debemos potenciarlo para lograr unos resultados positivos, porque tenemos capacidad tecnológica y productiva para alcanzar esa simbiosis necesaria.

­¿Se tiene que profundizar en la colaboración con la universidad y las empresas?

Tiene que haber una implicación en la doble dirección, desde la Universidad al centro tecnológico y a la empresa y a la inversa para atender las necesidades de la industria productiva. Lo que está claro es que la industria vasca con el apoyo de los centros tecnológicos se ha situado en una posición competitiva, pero se deben dar más pasos para integrar a la universidad en esta red amplia. Estamos dando ya pasos para conseguir esos intercambios. Hasta la fecha no se podía, pero con el cambio en la legislación de universidades se ha abierto la puerta. Estamos trabajándola.

­¿Dónde cree usted que está mejor posicionada la industria vasca en estos momentos?

En automoción. Nos faltan las montadoras, lo que es un punto crítico, pero a nivel auxiliar tenemos una capacidad de innovación aceptable. Tecnalia en los próximos años va a dar soporte tecnológico en el chasis, en la electrónica y en el motor. Es un paso adelante tremendo.

­¿Por qué no hay empresas que monten aquí?

Por motivos de mercado, se negocia la presencia con subvenciones y por el coste de la mano de obra. No somos competitivos en ese aspecto, aunque sea muy duro y complicado hay que ir hacia el modelo que se lleva en Europa de empresas de alto valor añadido con tecnología punta, porque con la mano de obra no llegamos, ni a costes ni subvenciones de Asia, Rumania o la República Checa. Hay que ir a productos de más valor añadido en el que el diseño y la I+D sean fundamentales. Se trata de competir en igualdad de condiciones entre países europeos. Estamos preparados. Es el camino que debemos seguir.

­¿Qué avances han logrado a nivel tecnológico en el sector de la Construcción?

En materiales hemos llegado a un proyecto que nadie creía en él. Somos capaces de aplicar la nanotecnología en diferentes procesos. Tenemos ya muy avanzado la tecnología que permite construir cristales autolimpiables y que cambien el tono según la luz, estructuras de cemento y hormigón autorreparables. Hace cuatro años empezamos, y hemos logrado avances importantes. Somos expertos en materiales y edificios. Estamos ya en el desarrollo del «ecobarrio», la «ecociudad» y el «ecoterritorio» para que sean eficientes. La realidad es que trabajamos desde el átomo a la ciudad.

­Habla de ser eficientes, ¿a nivel energético, qué desarrollos mantiene?

En la ecoeficiencia en los países del norte de Europa nos llevan ventaja, pero estamos trabajando para acortarla, y lo estamos consiguiendo. En energía apostamos por las renovables. La eólica ha avanzado mucho, la solar y la marina lo harán. Las mareas generan una energía limpia, que está ahí, y que la tenemos que potenciar. Pero además, Labein está avanzando en temas de microredes para posibilitar precisamente que esos «ecobarrios» puedan ser eficientes en todo. En definitiva, nuestra apuesta avanza hacia procesos de sostenibilidad. De hecho, estamos dándole la vuelta a la idea de crear una unidad de agua, ya que muy importante para el futuro.

­¿La unión de los centros tecnológico mejorará esa perspectiva de futuro?

Sin duda que la mejorará. Tenemos una red muy buena, por eso debemos potenciar y ordenar lo que hacemos, porque en cuanto los centros se junten y avancen lograremos tener una red de pantalón largo. Junio de 2007 es la fecha. -



«Al año atendemos a 1.200 clientes y pisamos suelo»
En medio siglo de existencia, el centro tecnológico «ha ayudado a la industria» para salir adelante, como era su gran objetivo. Su reto actual se encuentra«en integrarse en Tecnalia y que Tecnalia se integre en Labein».

Antes de ese hito que se producirá de forma definitiva en junio de 2007, se han producido otros, como la compra del primer ordenador IBM en 1962; o el laboratorio de ensayos para la energía nuclear en 1958. También intervinieron en la construcción de la Autopista Vasco-Aragonesa y prestaron asistencia técnica a las empresas, tras las fuertes inundaciones de 1983.

Impulsan la nanotecnología en la Construcción y, tras haber colaborado en los «enjambres» de vivienda en Txurdinaga, a la entrada de Bilbo, son promotores en la actualidad de los nuevos procesos de construcción eficientes en materia de sostenibilidad.

­¿Los científicos y tecnólogos de Labein están pegados al suelo?

Creemos en el futuro. Tenemos los mimbres necesarios para dar un impulso a la actividad. Pero estamos con los pies en el suelo. Tenemos entre 1.000 y 1.200 clientes al año, que te llevan a estar en el suelo a buscar soluciones a temas concretos. Estamos en el suelo.

­Pero, a la vez, también avanzan en temas como la nanotecnología

Sí, eso parece que es de otro mundo. El cemento de «nanos» es posible, como lo comentaba antes, lo que va a generar una verdadera revolución en la industria. Eso puede dar la impresión e que estamos en otro mundo, pero es una realidad, que se podrá aplicar a una multitud de servicios y elementos desde el acero, vidrio, placas capsulares, etc. Viene una pequeña revolución que va a ayudar a un país pequeño como éste tenga productos de alto nivel y tecnología de primer orden.

­¿Hay que ser ambicioso para alcanzar el futuro?

Sí, porque, de lo contrario, te quedas fuera. Hay que pensar a lo grande y seguir. -


 
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