Raúl GALERA | Brigadista de Askapena en Panamá
La ampliación del Canal de Panamá, a referéndum
El proyecto de ampliar el Canal de Panamá, que hoy se somete a referéndum, divide a la sociedad. El Gobierno y los grandes agentes económicos panameños argumentan que apuntalará la columna vertebral de la economía del país. Los opositores creen que es innecesario y que sólo servirá para que los de siempre se llenen los bolsillos a costa del pueblo. Las encuestas prevén el triunfo del «sí».
Hoy se celebra en Panamá el referéndum sobre la ampliación del Canal de Panamá (construcción del tercer juego de esclusas). En un primer momento y por el peso de la palabra referéndum podría parecer el techo de la democracia, lo más democrático entre lo democrático. Pero este referéndum no está equilibrado, no es justo y es antidemocrático. No es equilibrado, porque el principal beneficiario de la ampliación es EEUU y su poderosa armada, concretamente sus portaaviones. No es justo, porque los beneficios del canal siempre acaban en los bolsillos de los mismos mientras el pueblo panameño tiene cada vez menos capacidad adquisitiva en un país casi por completo privatizado. Y no es democrático, porque el actual Gobierno títere de Martín Torrijos, la autoridad del canal de Panamá ACP y toda la comparsa capitalista neoliberal panameña están gastando millones de las arcas públicas en la campaña para el referéndum, una campaña marcada por la mentira y por las amenazas, en algunos casos físicas, y en su mayoría amenazas de que si el canal no se amplía habrá otros países que harían un canal para cubrir la demanda que Panamá no ha querido cubrir, como por ejemplo Nicaragua. La ampliación consiste en hacer unas esclusas más anchas y de mayor calado para que los barcos pox-panamax puedan pasar de un océano a otro. A pesar de que en todo el mundo no hay más de 400 embarcaciones de este modelo.
Contrarios a la ampliación
En frente de este aglomerado fascista se encuentran las organizaciones sociales, sindicales, populares que se oponen a la ampliación en estas condiciones y ahora, ya que no aseguran ningún tipo de beneficio al pueblo. La organización que empuja el carro del “no” en el referéndum es Frenadeso, frente social por la defensa de los derechos económicos y sociales, una organización que aglutina otras muchas y que tiene como columna vertebral al Suntracs, sindicato único nacional de trabajadores de la industria de la construcción y similares, el más fuerte del país. Algunas sedes del Frenadeso han sido violentamente atacadas por descontrolados partidarios del “sí” y que en ningún momento ha sido publicado como noticia importante. En este sentido, los medios de comunicación panameños están jugando un papel importante sabiendo que el Gobierno y la ACP están gastando astronómicas cifras de dinero, en el caso del Gobierno dinero publico, en la campaña publicitaria del «sí». Por tanto, la sociedad va con los ojos tapados a un referéndum de resultados escritos. Las obras de ampliación del Canal de Panamá durarían diez años y el gasto estimado de la obra es de 5.250 millones de dólares. Según Jorge E. Illueca, ex presidente de la República de Panamá, en ese período y sólo con la tercera parte del gasto estimado de la ampliación del canal se podrían hacer importantes inversiones en educación y obras públicas. Por ejemplo: construir 1.000 escuelas primarias y 200 colegios de educación media y contratar a los 6.000 maestros y 7.000 profesores que se requerirían en dichos centros. Además, se podrían reparar todas las escuelas del país y pagar el mantenimiento para las nuevas; dotar a todas las aulas de computadoras e internet incluyendo su reposición cada cinco años. En el campo, se podrían construir 80 acueductos rurales por año para que todos los corregimientos del país tengan agua potable; dotar de un sistema de riego rural a 100 comunidades por año para mejorar los sistemas de producción; otorgar 50.000 pequeños créditos de 5.000 dólares a microempresarios cualificados. En salud, se podrían financiar 100 nuevos centros de salud en diez años; contratar a 500 médicos y a 1.000 enfermeras, técnicos y personal. Para esto sólo haría falta una tercera parte de lo presupuestado como gasto de la construcción del tercer juego de esclusas. Por el Canal de Panamá pasan anualmente 13.000 buques
que transportan el 4% del comercio marítimo mundial. ¿A quién se le ocurre
ampliar el Canal de Panamá sólo para que pueda pasar alguno de los 400 barcos
pox-panamax que existen en el mundo? ¿Quién se cree, pues, que la ampliación es
necesaria? Algunos de los buques que están dentro de la cifra de 400 pox-panamax
son los portaaviones de EEUU que con la construcción de la tercera esclusa
podrían llegar muchísimo antes allá donde tengan que ir a exterminar. -
Pronostican la victoria del «si»
Las encuestas sobre la intención del voto de los panameños para el referéndum de hoy dan una victoria aplastante al “sí” (70%). El Tribunal Electoral calcula que la participación será cercana a los dos tercios de los 2,1 millones de votantes.
Los que están a favor del proyecto, liderados por el Gobierno de Panamá, argumentan que la ampliación «impactará positivamente en la generación de empleos» y abrirá oportunidades «para invertir en un Panamá que se moderniza», según afirmó Felipe Rodríguez, empresario de la Fundación Panamá.
El ex presidente panameño Guillermo Endara, opositor a la ampliación, advierte de que «en los megaproyectos los cálculos nunca se cumplen». Por ello, «con la corrupción que nos rodea, no podemos arriesgarnos a que, en esa danza de millones de dólares, una buena parte vaya a parar a los bolsillos de personas, no al proyecto», añadió.
Actualmente, casi un tercio de los 12.000 millones de dólares del PIB panameño lo genera la actividad del canal y su entorno.
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