Más de dos mil personas claman contra Garoña
·Los convocantes criticaron la posición del Gabinete Rabanera y del Gobierno del PSOE
La central nuclear de Garoña preocupa y mucho en Araba. Prueba de ello fue la manifestación celebrada ayer en Gasteiz, para exigir el cierre inmediato de la planta. Unas 2.500 personas participaron en una movilización en la que hubo un simulacro de accidente, con explosión incluida.
GASTEIZ
La manifestación convocada por la Iniciativa Araba sin Garoña para reclamar el cierre inmediato de la central nuclear, reunió en la tarde de ayer a alrededor de 2.500 en Gasteiz. Tras partir de la céntrica plaza de la Virgen Blanca tras una pancarta verde en la que rezaba “Garoña itxi orain”, los manifestantes recorrieron las principales calles de la ciudad, mientras coreaban gritos del tipo de “Ni un día más, Garoña cierra ya!”, “Ez, ez ez, nuklearrik ez”, “Garoñarik gabe, askoz hobe” o “Amalurra defenda dezagun”. No faltaron los ya habituales paneles informativos ni los globos negros. Instantes después de que la marcha diese sus primeros pasos, el portavoz de Araba sin Garoña, Alberto Frías, se dirigió a los medios congregados para recordar al Gobierno de Madrid que adquirió el compromiso electoral de cerrar todas las centrales nucleares de primera generación antes de que finalice la actual legislatura en 2008. «No podemos asistir a otro pucherazo electoral en toda regla», advirtió. Recordó que la iniciativa, creada hace cuatro años, engloba a la práctica totalidad de colectivos sociales, vecinales, sindicales y políticos. Sólo faltan el PP y PSE. Les une su frontal oposición a una central que, a pesar de que estaba diseñada para 25 años, ha cumplido ya 36 y su propietario, Nuclenor, pretende prolongar su vida hasta el año 2019. «Nos colocaría batiendo ‘récord Guinnes’ del suicidio en 49 años de funcionamiento de una central con tecnología de los años 60».
Mensaje al Gabinete Rabanera
Frías lanzó una «denuncia particular» sobre la Diputación de Araba, ya que «en vez de ponerse del lado» de la mayoría y cumplir el mandato «imperativo» de las Juntas Generales de Araba y de elaborar un plan de desarrollo socio-económico de la zona afectada por la central, sostiene que el «mejor plan» es una central térmica de ciclo combinado en Lantarón. A su entender, el Gabinete Rabanera «nos está sometiendo al chantaje y se está situando dentro de los intereses económicos bastardos de unas muy pocas personas» que defienden la continuidad de Garoña. Reiteró que la sociedad está asistiendo a la «ceremonia de la confusión» por declaraciones contrapuestas al respecto y que, sin embargo, no se está entrando al «debate central». Lamentó, en ese sentido, que se está obviando hablar sobre «el modelo energético para el futuro o sobre si la energía nuclear es sustituible o no». Tras regresar a la plaza de la Virgen Blanca, se realizó un simulacro de accidente, con explosión y sirenas de emergencia incluidas, con todos los asistentes de cuclillas. «ESto es lo que puede suceder en cualquier momento con Garoña en funcionamiento», dijeron los convocantes.
Amparo Lasheras - Gasteiz izan
Manifestó, una vez más, su oposición a que Garoña se mantenga abierta. Reiteró, por ello, que ésta tiene que desaparecer «ya», porque es un «constante peligro». Al respecto, exigió a la Diputación de Araba y al Consistorio gasteiztarra que reclamen su cierre inmediato, para lograr así una ciudad «habitable y humana».
Mila Elortza - AHT Gelditu! elkarlana
Mostró su oposición no sólo al proyecto del Tren de Alta Velocidad, sino al propio modelo existente. Citó, dentro del mismo, instalaciones como Garoña, Boroa o polémicas las incineradoras. «Este modelo no va con nosotros ni el que quiere nuestro pueblo». Insistió, por ello, en la necesidad de «salir a la calle» a rechazarlo.
Walter Wendelin - Askapena
También arremetió contra el modelo existente. A su juicio, para solidarizarse con otros pueblos es preciso cambiarlo, porque «aunque somos un pueblo explotado, éste también es explotador». Subrayó que este tipo de movilizaciones representan un «buen ejemplo» de solidaridad internacionalista «de primera mano».
Emilio Olabarria - PNV
El parlamentario en el Congreso español dijo sentirse «inquieto» ante la posibilidad de que desde el Gobierno de Madrid se dé luz verde a una nueva prórroga. Insistió en la necesidad de «luchar» para impedir su continuidad, ya que, a su entender, prologar su funcionamiento hasta el 2019 sería «algo catastrófico».
Iñaki Fernandez de Larrea - UAGA
El presidente del sindicato agrario recordó que llevan
muchos años participando en las movilizaciones que con este motivo se convocan.
Advirtió de que en caso de que se produzca un accidente, «seríamos los primeros
afectados», ya que los agricultores y ganaderos trabajan las tierras cercanas a
la central nuclear.
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