IRUÑEA
Uno de los grandes motivos de satisfacción expresados por la Mesa de Nafarroa de Batasuna en este diagnóstico consiste en la constatación de que «Nafarroa se ha colocado en el proceso desde el primer momento, y el proceso se ha insertado en la discusión política en Nafarroa:esta vez no hemos sido periferia», añade en contraste a lo que cree que ocurrió en la época de Lizarra-Garazi.Su análisis se va más atrás, hasta la reforma postfranquista, para recalcar que «el esquema de dos velocidades que entonces se impuso debe quedar enterrado para siempre». En este contexto, aboga por superar de una vez la manida discusión sobre la Disposición Transitoria Cuarta de la Constitu- ción española y su polémico procedimiento que únicamente prevé la «incorporación» de Nafarroa a la CAV. «Es una vía no democrática, falsa y sin eficacia», resume el texto.
Ahondando en esta idea, el informe recurre a otra figura gráfica para ejemplificar cómo Nafarroa tiene que implicarse en el intento de resolución desde el inicio para que éste tenga éxito: «Para que avance el proceso, antes que nada el tren tiene que salir de la estación con todos los vagones, es decir, en toda Euskal Herria».
Tras añadir que esto no implica abandonar la opción de diferentes ritmos y procedimientos (Batasuna recuerda que siempre ha defendido la especificidad de Nafarroa), se insiste en que «lo que no aceptamos es que la partición sea el punto de partida. No podemos aceptar que Nafarroa se quede en un espacio de segunda categoría. Significativamente, eso es lo que piden los reformistas, especialmente Aralar».
Una reflexión paralela puede encontrarse en otro párrafo de este extenso documento. «No nos movemos en posiciones maximalistas. Durante muchos años se nos dijo que éramos maximalistas y testimonialistas, y ahora se ha probado que teníamos razón, que era realista pensar que la lucha traería nuevos escenarios políticos».
Declaración del Carlos III
Como criterio básico de actuación, Batasuna reivindica la declaración presentada en el mes de mayo en los cines Carlos IIIde Iruñea. En el texto, enunciado allí por Pernando Barrena, se dejó sentado el concepto de que «el proceso de resolución del conflicto político que padece Euskal Herria debe garantizar el derecho que tiene la ciudadanía navarra a ser parte activa del mismo desde el principio y en igualdad de condiciones. Corresponde a la ciudadanía y a los grupos sociales, sin- dicales y políticos de Navarra decidir la forma y manera más conveniente de participación en este proceso global».Unos meses después, este documento ahora presentado a las bases recuerda que desde entonces «nadie ha presentado una propuesta más razonable».
Para cerrar esta idea, la Mesa de Nafarroa expone que «la izquierda abertzale está preparada para dar pasos y somos capaces de aceptar riesgos y de llegar a compromisos, pero que nadie espere que participaremos en un mero intento de reacomodar el marco, ni en una seudosolución que aleje la decisión de la ciudadanía».
Toda esta cuestión se une con la necesidad de apertura del diálogo multipartito para el cambio de marco. El texto al que ha accedido GARA incide en que hay que combatir mediante la movilización ciudadana el intento de demorarlo y de «huir del contenido político», resumible en los conceptos de la autodeterminación y la territorialidad.
