Juanjo BASTERRA
Las transnacionales frenan la competencia
Garantizar la competencia del mercado es un elemento que se presta a demasiadas aristas, tantas como intereses se producen. Este año las fusiones de empresas alcanzan un record de 2,4 billones. En La Comercial de deusto se debatio sobre los tribunales de defensa de la competencia y su funcion para terminar con «el abuso de control del mercado economico»
La defensa de la competencia sólo puede desarrollarse, precisamente, en la libre competencia, que fomenta la innovación y la capacidad de gestión». Así con estas palabras, Susana Rodríguez, decana de La Comercial de la Universidad de Deusto, abrió la jornada «Economía y Derecho de la Competencia», que sirvió para dar a conocer un nuevo número de la revista “Ekonomiaz” sobre «Las últimas tendencias y reformas legales en Europa», que fue elemento de debate sobre la nueva legislación española sobre el Tribunal de Defensa de la Competencia, que se espera que entre en vigor el próximo año.Lo cierto es que si se deja la competencia en manos del mercado, serán las grandes empresas multinacionales quien lo controlen. No es una profecía. Así está ocurriendo en el planeta. Las multinacionales tienen un peso aterrador en la vida económica y política de los diferentes estados. En estos momentos las fusiones de empresas en el mundo alcanzan ya un récord de 2,4 billones de euros. Sólo se había producido un empuje similar con la burbuja tecnológica en 2000. La diferencia entre ambas se encuentra en que en este momento los protagonistas de este salto son los fondos de capital riesgo, frente a la anterior que se debió a la «gran ola» que provocaron las tecnologías de la información y la comunicación, referida a internet, sobre todo.
La mitad son europeas
La Unión Europea concentra el 47% de las operaciones de fusión anunciadas. ¿Eso mejora la competencia? No. ¿Se pueden poner barreras a esa creación de imperios económicos? Sí, si se quisiera, pero los tribunales de Defensa de la Competencia no intervienen de forma directa sobre las reglas que quedan en manos del mercado económico global y los gobiernos. Sólo actúan en pocos casos y, casi siempre, en defensa de intereses de terceros. Ayer mismo, la Organización Mundial del Comercio desveló que entre enero y junio de este año ha emprendido 71 acciones antidumping, diecisiete de ellas se concentraron en la Unión Europea, aunque la mayoría se aplicaron en China y Estados Unidos.En el encuentro de La Comercial se analizó la situación europea en cuanto a los tribunales y servicios de la competencia, que se les supone reguladores del mercado, pero que poco pueden hacer ante el enorme peso económico y político que ejercen las grandes transnacionales. La realidad es esa. Se trata de hacer frente a «abusos del mercado», según explicó Iñaki Beristain, director de Economía del Gobierno de Lakua, mientras que Juan Luis Crucelegui, presidente del recién creado Tribunal Vasco de Defensa de la Competencia, destacó que el fin principal es destapar «las conductas empresariales de acuerdos y abusos de su posición dominante en los mercados» en todo lo relativo a la concentración de empresas, servicios o sectores económicos. También esos tribunales deben controlar el buen uso de las subvenciones que se ofrecen para la atracción de inversores que, en muchas ocasiones, son empresas multinacionales que logran enormes beneficios en su actividad y se marchan cuando quieren. Crucelegui, en este caso, no mencionó que la nueva legislación estatal limitará las funciones del Tribunal Vasco de Defensa de la Competencia, y que, a pesar de que Araba, Bizkaia y Gipuzkoa cuentan con un Concierto Económico, su impulso está limitado dentro de la legislación española y comunitaria. El representante del tribunal catalán, Lluis Franco, reconoció, sin embargo, que la legislación estatal limita el desarrollo del modelo catalán de Defensa de la Competencia, porque queda subordinado a Madrid en «decisiones básicas de actuaciones cuando están implicadas varias comunidades y desde la futura Comisión Nacional de la Competencia se pueden impugnar decisiones de las normas que se hicieran en las autonomías». Es así. De hecho, el representante vasco Crucelegui reconoce en un artículo escrito en “Ekonomiaz” que desde la entrada del Estado español en el Mercado Común europeo «se han tramitado más de 200 expedientes relativos a ayudas notificadas como no notificadas de las instituciones vascas». Incluso, en este orden, reconoce que las actuaciones en favor de Daewoo (Demesa) en Gasteiz y Ramondín en Errioxa «han dejado en evidencia el poder de las diputaciones forales y Gobierno Vasco en la concesión de ayudas públicas». El presidente del Tribunal Vasco de Defensa de la Competencia asegura que «ambas normativas han producido unos efectos muy negativos, aunque sus repercusiones todavía no se pueden mesurar. En efecto, en la actualidad los entes forales tienen la obligación de recuperar las ayudas concedidas a través de las normas forales que han estado en vigor, prácticamente, desde 1993 a 2000». Fréderic Jenny, presidente del Comité de la Competencia, de la OCDE, escribe en la revista, lo que fue uno de los ejes del debate de la jornada, que «la preservación de la competencia en los mercado es un elemento esencial del florecimiento de la democracia económica que, a su vez, es un componente fundamental de la democracia política». Una de las preguntas clave que merodean esta situación es si puede existir competencia en un mundo globalizado en el que el peso de las operaciones transnacionales aumenta a ritmos frenéticos. Robert Saint-Esteben, abogado de la empresa Bredin Prat de País y de origen vasco, realizó un repaso histórico de lo que ha supuesto en la UE los tribunales de Defensa de la Competencia en el desarrollo de este «arma» en contra de actividades monopolistas o de cárteles empresariales.
Correcciones dificiles
Entre las conclusiones que destacó fue que, si por la vía administrativa no obtienen sus fines recurren a la vía judicial, y reconoce que la lucha contra las prácticas anticompetitivas en la Unión Europea son difíciles de llevar adelante por el peso económico, sobre todo, que representan y «los intereses que existen detrás del mismo. Es un problema de uso que se haga de esta legislación». El presidente del Tribunal español de Defensa de la Competencia, Luis Berenguer, explicó que en Alemania el organismo de la competencia ha revisado 36.000 casos, pero «el Gobierno alemán sólo se paró seis o siete casos de control, entre ellos los intentos de fusión de de E.ON y Rhur Gaz, en su momento». En este tema, el actual presidente del tribunal español dejó claro que la nueva legislación española entrega el control de esas operaciones de mercado entre empresas a la nueva Comisión estatal de Defensa de la Competencia, pero «existen cláusulas de salvaguarda que se quedan en manos del Gobierno en base al interés general, entre otras decisiones, para aprobar o negar determinadas condiciones de fusión, absorción o control entre empresas». -
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