GARA
La Unión Europea (UE)ha renunciado por ahora a tratar de lograr un acuerdo con Turquía sobre la cuestión de Chipre y comenzó a preparar las «consecuencias» que ese bloqueo tendrá sobre las negociaciones para el ingreso turco en la UE, aunque no serán congeladas. La Comisión Europea (CE) y la presidencia finlandesa de la UE estudian ya las posibles medidas a aplicar, que muy posiblemente supondrán una ralentización de la negociación, para que las aprueben los ministros de Exteriores de la UE en su reunión del 11 de diciembre.
El ministro finlandés de Exteriores, Erkki Tuomioja, en representación de la presidencia de turno de la UE que ocupa su país, mantuvo ayer en Tampere (Finlandia) dos reuniones separadas con sus homólogos de Turquía, Abdulá Gül y de Chipre, George Lilikas.
«En este momento las circunstancias no permiten que se
pueda llegar a un acuerdo durante nuestra presidencia» (que finalizará el próximo 31 de diciembre), afirmó
Tuomioja al finalizar las reuniones, celebradas en el marco de la conferencia ministerial Euromediterránea que hoy acaba en Tampere.
Tuomioja no quiso detallar las causas del fracaso y se limitó a decir que «no había bases para una solución» debido a que las posiciones de partida de las partes impedían cualquier avance.
Ankara acusa a Chipre
Mientras tanto, Turquía culpó de todo a Chipre, a quien acusó de haber «secuestrado» a la Unión Europea, y recalcó que está dispuesta a abrir sus puertos y aeropuertos a ese país si pone fin al bloqueo económico a los turco-chipriotas.
El ministro turco de Exteriores, Abdulá Gül, insistió en que la cuestión sobre Chipre «no es parte del proceso de negociación» para el ingreso de Turquía dentro de la Unión. Turquía, que no reconoce diplomáticamente a Chipre (un miembro de la UE), mantiene cerrados sus puertos y aeropuertos al transporte con ese país, y la presidencia finlandesa ha intentado en las últimas semanas lograr una solución a ese asunto.