Esperemos que no se cumpla el dicho al finalizar la temporada. Pero esto tiene muy mala pinta. Da miedo. El Athletic se rompe por todos los lados. Por el momento, los peores augurios ya se han cumplido. Cuando Sarriugarte accedió al cargo de entrenador del primer equipo, lo primero que pensé es que su falta de experiencia iba a jugar en su contra de no arrancar bien la temporada. Una hipótesis factible viendo los precedentes. Me parecía una decisión demasiado arriesgada tras lo vivido en los últimos meses y después de la forma en la que echaron a Clemente. Apostar por un técnico con más caché, parecía más razonable. Sin entrar en que estuviera o no capacitado para dirigir al Athletic. No creo que sea el más listo ni el único que pensó eso. Era obvio, pero los dirigentes de este club no se percataron. La enésima prueba de la ineficacia y falta de previsión de Ibaigane que actúa según sopla el viento. Dijeron que estaba avalado por la famosa Comisión Deportiva que cerró sus puertas en menos de seis meses. Los mismos que le apoyaron en su día le han dado la espalda. Los resultados mandan es la frase más utilizada. Por no decir que lo que manda es una desastrosa falta de planificación y un cúmulo de decisiones nefastas encadenadas una tras otra. Improvisación tras improvisación. Así nos va, de mal en peor. La destitución estaba cantada desde hace un par de semanas. Sarriugarte estaba sentenciado, no se podía jugar su futuro en cada partido que disputaba. Haber si se acierta con el nuevo técnico y conseguimos salvar la categoría. Suerte y apoyo para el que venga. -