Patxi López cerró su discurso recordando la lucha antifranquista de sus padres y abuelos y la represión que padecieron. Veinte segundos después, conocidos franquistas (reconvertidos hoy en demócratas de toda la vida) se levantaban de sus asientos para aplaudir sus palabras.

Algunos criticaron el carácter antidemocrático del Parlamento y acusaron a Patxi López de valerse de la Ley de Partidos para llegar a Ajuria Enea; otros se felicitaron por la exclusión de la Cámara de una parte de la sociedad. Lo cierto es que quienes fueron vetados por la Justicia española estuvieron presentes ayer en todos los discursos.

El turno de réplicas se desarrolló a velocidad de vértigo ante la constatación de que todo el pescado estaba vendido, y más aún después de que Ibarretxe anunciara su despedida. No obstante, dio pie a confesiones interesantes: El PNV admitió su dolor -Egibar dijo que ha habido lágrimas-, el PP confirmó que los jeltzales hicieron una oferta, y Aralar se revolvió por vez primera ante su utilización por los ilegalizadores.

Dos noticias marcaron el pleno de ayer. La primera, esperada y prevista porque se habían creado todas las condiciones para ello, la elección de Patxi López como lehendakari. La segunda, previsible para otra fecha pero sorpresiva ayer, el anuncio de Juan José Ibarretxe de su abandono de la vida política. López jurará su cargo mañana en Gernika.

Las prioridades del nuevo gobierno no serán muy distintas de las de cualquier otra comunidad, porque no ve que haya ninguna anomalía más allá de la que supone ETA.

Aunque a menor ritmo que en meses precedentes, el paro volvió a subir en abril, alcanzando la cifra total de 160.570 personas en desempleo en Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa, casi 56.000 más que hace un año.