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Ermelinda VARRESE | Comité de Lucha Popular Val di Susa
«En el Valle de Susa sólo nos queda curar nuestro territorio enfermo»
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El proyecto de Alta Velocidad para unir Lyon y Turín ha
visto frenado, desde hace una década, su desarrollo en el Valle de Susa, por la
oposición y la lucha de sus habitantes. Ermelinda Varrese participará hoy en la
manifestación convocada por AHT Gelditu! en Donostia. El Ayuntamiento ha
prohibido el maratón de rock previsto por este motivo, aunque la música se
llevará a establecimientos hosteleros y otros locales.
¿Por qué se ha llegado a una oposición social generalizada?
Creo que la población ha entendido perfectamente el sentido de este proyecto. En el Valle de Susa vive población de la montaña, tenemos mucha relación con la tierra y llama la atención que el proyecto va a destrozar el territorio y modificar radicalmente la calidad de vida de los vecinos. La población lo ha entendido muy bien porque el valle tiene bastantes infraestructuras y construir una obra extra es insostenible, sabe perfectamente qué costes tiene, mientras que los beneficios son para quienes van a construir.
¿El valle es ya una importante vía de comunicación?
Por el Valle de Susa pasan la mayoría de los tráficos trasalpinos hacia Europa, sobre todo a raíz del accidente que tuvo lugar en el túnel del Mont Blanc, tras el que Francia limitó el paso. Siempre nos han dicho que querían construir el Tren de Alta Velocidad para reducir el tráfico pesado en las carreteras y trasladarlo al ferrocarril, pero, junto a esto, están pensando en añadir un carril al otro túnel que actualmente comunica directamente con Francia. Quieren la alta velocidad porque necesitan mover su dinero.
El proyecto es excavar un túnel en Venaus, de 54 kilómetros de longitud, en un entorno geológico rico en amianto y uranio.
El aspecto de la salud pública es fundamental y ofrece gran motivación a la lucha. Geológicamente hablando, la montaña del Valle de Susa está compuesta por uranio y amianto. Esto se sabe desde que construyeran la autopista hace veinte años y también porque hay una elevada tasa de mortalidad por cáncer de pulmón. La gente tiene miedo a la alta velocidad porque, junto al túnel principal, se prevén un segundo de quince y otro de doce kilómetros, y teniendo en cuenta que el amianto, por ejemplo, se dispersa en el aire, remover la tierra con la magnitud que se prevé afectaría a la salud pública.
La lucha popular ha sido dura. Se ha sufrido cárcel y muertes.
Eran tres jóvenes anarquistas, uno de los cuales vivía en el valle. Los otros dos lo frecuentaban. Fueron detenidos los tres y acusados de delito terrorista. Era el año 98 y se habían producido actos de sabotaje. Se desató una campaña de criminalización a través de los medios que llevó a dos de ellos al suicidio en la cárcel, lo que fue un motivo de reflexión muy grande en el valle. Reflexionamos en torno a que si el Estado había sido capaz de construir un montaje tan fuerte y llegar a este extremo, los intereses que están tras el proyecto son muy grandes.
¿Creen poder seguir haciendo frente a esos intereses?
Somos muy optimistas porque la respuesta popular fue muy grande y el pueblo no va a permitir que ejecuten el proyecto. Yo, por ejemplo, soy militante, pero también soy una persona de la calle y he visto una transformación grandísima en la gente del pueblo. Junto a la lucha contra el Tren de Alta Velocidad, también hemos abordado el desarrollo, el modelo de progreso que queremos, cómo queremos vivir y, sobre todo, qué queremos hacer con nuestro territorio porque el territorio en que vivimos está ya enfermo y sólo nos queda curarlo.
¿Cuál es la situación actual?
Estamos en una situación ambigua marcada por una especie de tregua por las elecciones recientemente celebradas. Con el Gobierno de centro-izquierda será más difícil con Berlusconi se ha priorizado la represión porque uno de los partidos principales de la coalición tiene intereses económicos, porque controla las empresas adjudicatarias de las subcontratatas. Intentarán convencer a los alcaldes del valle, todos ellos de partidos de izquierda y contrarios al proyecto, pero creemos que no darán un paso atrás. -
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