IRUÑEA
De los 140 personas afectadas por la legionella, 42 permanecen ingresadas en centros hospitalarios de Iruñea (40), Zaragoza (1) y Avilés (1), cinco de ellas en unidades de cuidados intensivos. En lo que se refiere a su estado de salud, la Consejería aseguró que la evolución de todos los enfermos es favorable excepto en el caso de dos pacientes que se encuentran en la UCI con pronóstico reservado. En las últimas horas han sido doce las altas médicas que se han dado y, aunque hasta el domingo no finaliza el periodo de incubación, las autoridades sanitarias consideran que el brote «está remitiendo».
De hecho, el día 1 de junio fueron 13 los casos detectados, el día 2 ascendieron a 48, en la jornada del 3 fueron 25, 18 afectados más se notificaron el día 4 y otros tantos el 5; el día 6 hubo 10 más, otros 6 casos se registraron el día 7 y dos en la jornada de anteayer.
El Instituto de Salud Pública destacó la importancia que en la remisión del brote ha tenido el que, de forma cautelar, se clausuraran seis torres de refrigeración del II Ensanche de Iruñea, ya que los análisis han confirmado la presencia de legionella en cuatro de ellas.
Ahora queda pendiente de confirmar las cepas de la bacteria con el Centro Nacional español de Microbiología, lo que llevará unos ocho o diez días.
Un edificio oficial
Se da la circunstancia de que en el edificio de Hacienda del Gobierno de Nafarroa, situado cerca de la Plaza del Castillo, no es la primera vez que se detecta la presencia de legionella, ya que los análisis efectuados en el verano de 2002 también dieron positivo.En concreto, y según un informe dado a conocer en julio de 2002 por los responsables del Instituto de Salud Pública de Nafarroa a raíz de un brote de legionella que se produjo en Alde Zaharra de Iruñea, los análisis efectuados en las torres de refrigeración del edificio de Hacienda dieron resultado positivo.
El informe precisaba que eran «incorrectas» las instalaciones y la salida de los aerosoles generados, y que ello suponía «un elevado riesgo para vecinos o personas que circulan en las proximidades».
El ISP concluía que se había observado en éste y otros edificios «un elevado incumplimiento» de lo establecido en el Real Decreto 909/2001 en lo que se refiere a «notificación y mantenimiento sanitario». La reapertura de las torres de refrigeración del Departamento de Hacienda se autorizó el día 31 de julio de 2002, «dado que las documentaciones aportadas justifican el cumplimiento de los requisitos establecidos».