DONOSTIA
El Consejo español de Ministros dio ayer luz verde a una importante reestructuración de su Ministerio de Interior. Los titulares se los llevó la unificación bajo un mismo mando de las direcciones generales de la Guardia Civil y de la Policía. Esta modificación eclipsó otro cambio significativo en el organigrama, que afecta a la Dirección General de Instituciones Penitenciarias. Hasta la fecha, el organismo que dirige Mercedes Gallizo dependía de la Subsecretaría de Interior, junto a otras direcciones generales como Tráfico o Protección Civil. A partir de ahora, Instituciones Penitenciarias pasa a depender directamente de la Secretaría de Estado de Seguridad, que también controlará la recién creada Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil.
Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro de Interior, explicó que con este nuevo diseño el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, tendrá bajo su mando «los dos elementos de la política contra la delincuencia: la persecución y, en su caso, el encarcelamiento».
Camacho ha desarrollado su carrera en el ámbito de la Fiscalía. Durante su estancia en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid estuvo adscrito a la Sección de Vigilancia Penitenciaria. El pasado abril, cuando estaba siendo entrevistado por la cadena australiana SBS, el número dos de Interior exigió al periodista David O’Shea que apagase la cámara al ser preguntado sobre los casos de torturas contra ciudadanos vascos.
Joan Mesquida, mando único
Respecto a la desaparición de las direcciones generales de la Policía y de la Guardia Civil y su sustitución por un mando único, Rubalcaba explicó que esta medida tiene como objetivo «mejorar la coordinación, ser más eficaces y dar mejor servicio a los ciudadanos». Al frente de ambos cuerpos estará Joan Mesquida, que era el director general del instituto armado desde el pasado 4 de mayo. Esta decisión conlleva el cese del alavés Víctor García Hidalgo, que hasta ahora había sido el máximo responsable de la Policía española. El ministro de Interior puntualizó que esta modificación «no altera» ni la organización y ni las competencias de cada uno de los cuerpos. También aseguró que «el carácter militar de la Guardia Civil no se va a tocar».
La reestructuración afecta asimismo a la Comisaría General de Información, que tenía al frente a Telesforo Rubio y que será sustituido por Miguel Valverde, quien en la actualidad era director del Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista (CNCA).
PP: «Golpe de mano»
El portavoz del PP en el área de Justicia e Interior, Ignacio Astarloa, tachó la creación de un mando único de «golpe de mano monstruoso» al modelo policial español, y se preguntó si el Gobierno de Zapatero está barajando la desmilitarización de la Guardia Civil e incluso su desaparición. Además, consideró «inconcebible» que se tome esta medida durante «un proceso de negociación con ETA». El portavoz de Interior del PSOE en el Parlamento de Madrid, Antonio Hernando, negó la posible disolución del instituto armado y recordó que la creación de un mando único estaba recogida en el programa electoral de su partido.
El PNV coincide con Rubalcaba en que mejorará la
eficacia
Emilio Olabarria, parlamentario del PNV en Madrid, coincidió con Pérez Rubalcaba en que la creación de un mando único mejorará «la eficacia y la coordinación» entre la Policía española y la Guardia Civil, aunque calificó de «anacronismo» que el instituto armado mantenga su carácter militar. Olabarria mostró su confianza en que en el futuro «se cree un cuerpo policial único» que se complemente con las diferentes policías autonómicas. IU, CiU, ERC y el BNG también aplaudieron las nuevas modificaciones en la dirección de las fuerzas policiales. -
