BILBO
Samuel Sánchez, espectacular en el descenso final desde el alto del Castillo, dijo que aprendió «a montar en moto antes que en bici» y que su habilidad para los descensos en «algo innato». El corredor asturiano resumió los últimos kilómetros. «Tengo fama de bajador y lo he demostrado, pero al final he tenido que sacar fuerzas de donde no había. He tenido que arriesgar porque a veces es necesario para triunfar».
«Ha sido una victoria trabajada y merecida y creo que la gente se lo habrá pasado bien. Llegué entregado, sacando fuerzas de flaqueza», añadió.
«Bajar así es algo innato en mí. Mi padre tenía un taller y aprendí a montar en moto antes que en bici», explicó el corredor del Euskaltel-Euskadi.
Sánchez dijo que su victoria sirve para «quitar tensión al equipo, ya que vinimos con tres cabezas de serie y las expectativas no se han cumplido. Con la victoria de hoy parte de los deberes están hechos».
Por último, tuvo una dedicación especial. «Dedico la victoria a Fran, un mecánico del antiguo Clas de la época de José Manuel Fuente, que ha sufrido una operación de cadera que se le ha complicado con lesiones cerebrales. El me apoyó cuando empezaba», señaló.
Duelo a tres en la crono
El líder Valverde (14.03) señaló que si hoy logra mantener el jersey oro en la «decisiva» etapa de Cuenca habrá dado «un paso importante». «La crono de Cuenca es una de las claves de la Vuelta, es decisiva y si logro mantener el maillot oro habremos dado un paso importante. Me conformaría con mantener la ventaja», dijo.
Vinokourov (13.55) afrontará la crono con amplias perspectivas: «Tengo que salir a coger el máximo de tiempo sobre Valverde. Calculo que puedo alcanzar una ventaja de un minuto. Me encuentro tal vez en un momento ideal», señaló.
Kashechkin (14.01) vaticinó que «no creo que haya mucha
diferencia entre Valverde y yo. Llego a esta etapa un poco cansado, pero todos
estamos igual a estas alturas. Por lo menos estoy motivado», aseguró.