PARIS
Pierre Bordry, presidente del Consejo de Prevención y Lucha contra el Dopaje (CPLD), reveló ayer en “Le Monde” que hubo 13 positivos en el Tour, pero que 12 tenían autorización para consumar esos productos.SegúnBordry, el 60% de los 105 corredores que pasaron controles tenían certificados médicos. El máximo responsable del organismo antidopaje delEstado francés interpreta que esas justificaciones terapéuticas presentadas por los ciclistas durante el Tour son sospechosas. «Suscitan dudas serias y hacen pensar que pueden esconder prácticas dopantes», afirmó.
El presidente del CPLD calificó de «excesivo» el número de justificantes terapéuticos presentados por los ciclistas.
En total, durante el pasado Tour se efectuaron 180 controles, 149 de ellos urinarios y 31 sanguíneos, lo que afectó a 105 de los 199 ciclistas que formaban el pelotón. Trece corredores dieron positivo aunque sólo el caso del estadounidense Floyd Landis tuvo consecuencias, ya que el resto presentaban certificados médicos que les habilitaban a consumir esos productos.
Controles inapropiados
Bordry aseguró que el hecho de que no se hayan detectado en el Tour ninguna de las sustancias incriminadas en la “Operación Puerto” le crea la duda de si «los controles están bien adaptados a las prácticas dopantes».
«Hay una distancia demasiado grande entre el sistema de control y análisis y la realidad del dopaje», afirmó. En cuanto a la reducción de casos positivos (27% en
2003, 25% en 2004, 15% en 2005 y 9% en 2006), Bordry la explicó por la subida de
la barrera mínima de porcentaje de corticoides en sangre para que un caso sea
considerado positivo. «Conjugado con las justificaciones terapéuticas, el nivel
mínimo permite que una pomada a base de corticoides que se toma por ejemplo para
una picadura de avispa puede ocultar la toma de corticoides con el objetivo de
mejorar el rendimiento», dijo.