Los golpistas dicen que devolverán el poder en un año
·El rey de Tailandia, Bhumibol Adulyadej, legitima la asonada de Sondhi Boonyaratglin
El golpe de Estado en Tailandia sigue su curso. Un levantamiento que los militares ejecutaron a «petición de muchos sectores» para «poner fin a la división social y a la erosión de las instituciones democráticas». El rey, Bhumibol Adulyadej, legitimó el alzamiento militar.
BANGKOK
Un año. Ese es el plazo que los golpistas tailandeses se han dado para «reconducir» la situación del país antes de devolver el poder al pueblo. Quizá por aquello de que en la vida política de Tailandia las figuras militares han sido habituales, pese a que el último golpe de Estado data de 1991, la asonada militar no ha generado demasiada alarma en Occidente, preocupada lógicamente por sus turistas, pero cuya tímida reacción hace pensar que no ve con tan malos ojos la violenta violación de los principios democráticos más elementales: el derrocamiento de un primer ministro, Thaksin Shinawatra, acusado de nepotismo y corrupción, pero que en las elecciones boicoteadas por la oposición de abril logró 16 millones de votos. Occidente condenó diplomáticamente el golpe e hizo votos para un retorno a la democracia «lo más rápido posible» al país, mientras que otros los consideran un «asunto interno». El golpe, entretanto, sigue su curso con normalidad, entre las idas y venidas de los levantados al palacio del rey, Bhumibol Adulyadej, figura sobre la que siempre han girado los golpistas de turno en el país. Así, el monarca aprobó el nombramiento como máximo jefe del consejo provisional de gobierno al líder de la asonada, el general Sondhi Boonyaratglin. El militar ofreció ayer su primera rueda de prensa, vestido con un uniforme verde, y en compañía de otros cuatro altos cargos. Boonyaratglin llamó a la población a mantener la calma y a los funcionarios a seguir sus instrucciones, aunque ayer dio fiesta a los tailandeses. Entre las medidas adoptadas, los golpistas han prohibidas toda reunión de más de cinco personas y han cerrado las fronteras con Laos y Birmania. También han impuesto controles a los medios de comunicación nacionales e internacionales censura y prohibirán todas aquellas informaciones «perjudiciales» para las nuevas autoridades. Boonyaratglin indicó que «una Constitución interina será preparada en las dos próximas semanas y, durante ese tiempo, será nombrada una nueva Asamblea nacional, así como un nuevo primer ministro». El líder golpista aseguró que «dimitiré como primer ministro interino cuando demos con la persona para el cargo». Precisó que el Gobierno nombrado por los golpistas preparará una nueva Constitución bajo la que se organizarán las próximas elecciones generales. El militar dijo que «espera» que los comicios se celebren en octubre de 2007 estaban previstos para el próximo15 de octubre. El general esgrimió la corrupción de Shinawatra y le acusó de ser una amenaza para la monarquía. Respecto al primer ministro que buscan los golpistas, la consultora Goldman Sachs dijo que la hipotética designación del gobernador del Banco de Tailandia, Pridiyathorn Devakula, sería «muy bienvenida por los mercados dada su gran credibilidad en la consolidación de la política monetaria». Shinawatra, entretanto, llegó ayer a su exilio de Londres.
Apuntes
La delicada situación de la economía
BANGKOK. El golpe de Estado ha puesto a la economía
del país en la situación más delicada desde la crisis financiera asiática de
1997. Fuentes de Standard & Poor's indicaron que el golpe puede causar la recalificación a la baja del país, aunque el FMI cree que ha tenido un impacto «limitado». Calma en las calles de Bangkok
BANGKOK. Las calles de Bangkok amanecieron ayer en calma pese a la presencia de carros de combate y soldados en algunos puntos de la ciudad. Los líderes golpistas declararon el miércoles jornada festiva y los trabajadores de grandes empresas y de la Administración se quedaron en su casa. Alemania no ve problemas turísticos
BERLIN. El Ministerio alemán de Exteriores dijo que no recomendará por ahora a sus nacionales que abandonen el país. «La situación en Tailandia es de calma y por ello no vamos a recomendar a los ciudadanos alemanes que se encuentran allí que salgan del país», declaró un portavoz de ese Ministerio.
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