El festival es como los fuegos artificiales: todo un año de trabajo se quema en diez días y es lo que pasa en esos días, no antes ni después, lo que cuenta. La jornada de ayer correspondía al número 0 de la cuenta atrás. En las oficinas del Zinemaldia en la calle Usandizaga y en el propio Kursaal, todos son casi 800 los que intervienen de una u otra forma en la preparación del evento se afanaban en atar los últimos cabos. La del festival es una maquinaria bien engrasada y, en general, el ambiente era tranquilo, incluso distendido. Pero la procesión iba por dentro. Entre los responsables, más de uno deseaba ya que llegara el día 30 y, con él, la clausura.El cubo grande aparecía ayer engalanado por primera vez con una reproducción de grandes dimensiones del cartel de la Sección Oficial, con Marisa Paredes a lo Rita Hayworth en “La dama de Shangai”. Es la imagen póstuma de Toni Galindo, a quien estos días San Telmo dedica una retrospectiva.
Técnicos de TVE ultimaban los preparativos para la gala de esta noche, en la que se proyectará “Ghosts”, falso documental de Nick Broomfield con el que la organización ha querido matar dos pájaros de un tiro: por una parte, dar protagonismo al problema de la emigración, al que, asimismo, dedica un ciclo, y, por otra, poner de relieve la cada vez más difusa frontera entre realidad y ficción.
En el entorno del Kursaal, empezaban a verse algunos rostros conocidos, como el de Diego Galán, quien mañana presentará en Fnac su libro sobre Pilar Miró. Mikel Olaziregi salía de las oficinas de Usandizaga dispuesto a someterse a una sesión de fotos previa a la enésima entrevista del día. Angel Amigo retiraba su acreditación en el Kursaal. Era uno de los más madrugadores.
Entre los acreditados, la mayoría unos 1.200 son periodistas procedentes de cuarenta países. Este año, la novedad son los medios iraníes, que siguen la senda de Bahamn Gobadi, quien en 2004 cautivó a público y crítica con “Las tortugas también vuelan” que se llevó la Concha de Oro y ahora vuelve con “Half Moon”, una historia de músicos kurdos en el Irak ocupado. Olatz Arrizabalaga, de Prensa del festival, confiesa que están asombrados por el tirón de Gobadi. «Son varios los periodistas, por ejemplo, de EEUU, que vienen expresamente porque viene él», dice.
El director iraní tardará aún en llegar, pero otros invitados se plantaron ya ayer a media tarde en el hotel María Cristina, entre ellos, los componentes del jurado oficial, incluida su presidenta, Jeanne Moreau. También lo hizo el mexicano Alejandro González Iñarritu. Su filme “Babel”, con Brad Pitt, inaugurará Zabaltegi y, según indica Arantxa Obeso, del equipo del festival, es, junto con el de Oliver Stone sobre el 11-M que se proyectará en el Velódromo, el que más expectación ha despertado entre los aficionados, a juzgar por el éxito en taquilla. No en vano “Babel” mereció el premio a la mejor dirección en Cannes y, además, González Iñarritu dejó un excelente sabor de boca en Donostia hace unos años cuando estrenó “Amores perros”.
Pero, en el ranking de la taquilla, tan arriba como “Babel” y “World Trade Center” se sitúa “Kutsidazu bidea, Ixabel!”, el filme de Fernando Bernués y Mireia Gabilondo basado en el best seller de Joxean Sagastizabal. Un dato: ya se han agotado los billetes para tres de las cinco sesiones programadas.
En general, indica Obeso, al cine euskaldun y al cine vasco no les va nada mal. “Nomada Tx”, por ejemplo, ha agotado el billetaje para la sesión del 26 en el Principal, y “Bosque de sombras”, el thriller de Koldo Serra rodado en Artikutza, ha hecho lo propio para las del Kursaal y el Principal del 24. De todos modos, ambos filmes cuentan con más sesiones y, además, hace notar Obeso, la organización reserva siempre algunas entradas para vender en taquilla el día de la proyección, de modo que los aficionados tienen aún alguna oportunidad de acudir incluso a las sesiones en las que el billetaje está agotado.
La taquilla, «de cine»
En general, la venta de las entradas va «de cine». Baste decir que los abonos para la Sección Oficial se agotaron apenas dos horas después de haber sido puestos a la venta. De todos modos, este año no será fácil alcanzar la cifra de 180.000 espectadores de 2005, como consecuencia de que hayan cerra- do las salas de Ilunbe y el Astoria. Han sido sustituidas por las de Antiguo Berri y Trueba, pero sus aforos son menores.Pero no todo es venta. Al cine también se puede acudir gratis gracias a iniciativas como la de GARA, que lleva años repartiendo entradas entre sus lectores. Ayer, en las oficinas del diario en Ibaeta se distribuyeron 750, tanto para la Sección Oficial como para los filmes subtitulados en euskara, iniciativa en la que GARA colabora desde hace años con el festival. Maider Gorostizaga y Jabi Arruti, encargados de la distribución, comentan que la iniciativa tiene mayor aceptación cada año. «A primera hora de la mañana, hemos tenido incluso colas», dicen. Destacan que los lectores acuden bien informados sobre las películas.
En todo caso, lo dicho: la suerte está echada. Apaguen los móviles y dispónganse a encontrar «su» película entre las 220 que conforman el programa de la 54ª edición del Zinemaldia de Donostia. -
