La ocupación militar británica en el norte de Irlanda es cada vez menor
La destrucción en curso de la base de Crossmaglen, en el sur de Armagh, certifica que el proceso de desmilitarización británica en el norte de Irlanda continúa. A esta demolición le sigue el cierre de otra base en Nesrownhamilton, lo que supondrá que pronto no habrá presencia militar británica en el sur de Armagh, histórico feudo de la resistencia irlandesa contra la ocupación.
Uno de los símbolos de la ocupación británica del norte de Irlanda, la base militar en el centro de la población de Crossmaglen, en el Sur de Armagh corazón del republicanismo más activista está siendo demolida como parte del proceso de desmilitarización promulgado por el Gobierno británico en setiembre del pasado año, días después que el IRA hiciera público el final de su proceso de destrucción de armamento.Un gran número de bases militares y estaciones de Policía han desaparecido en los últimos meses. Para aquellos que conocen Belfast o Derry, los cambios más notorios son la desaparición de la estación de Policía de Andersonstown o la base militar en Springfield Road en la capital norirlandesa o del puesto de vigilancia del ejército en las murallas de Derry. Sin embargo, el sur de Armagh siempre había sido un ejemplo de la ocupación británica. Torretas de vigilancia y bases militares y policiales transformaron el «Condado Bandido» en la zona más militarizada de Europa Occidental. Y directamente proporcional fue la resistencia republicana a la presencia británica en el área; tanto es así que las patrullas del Ejército británico no se aventuraban a recorrer el área a pie, y para sus actuaciones usaban helicópteros. Para las Fuerzas de Seguridad, la base de Crossmaglen era parte vital del conglomerado de su «guerra contra el terrorismo». Quizás todos estos factores han hecho de la demolición de la base de Crossmaglen, situada en el centro del pueblo, en parte de los terrenos de la Asociación de Deportes Gaélicos (GAA), un símbolo de la esperanza de futuro. A la demolición de la base militar de Crossmaglen, le acompaña el cierre de la localizada en Nestownhamilton, lo cual significa que pronto no habrá presencia militar en el sur de Armagh. Para los republicanos, la marcha del Ejército británico es una victoria, mientras que los portavoces británicos mantienen que las demoliciones se deben a que la presencia militar ya no es necesaria en la zona.
Más de treinta años
La Operación Estandarte, el nombre que el Ejército le dió a su papel como apoyo a la Policía norirlandesa, una excusa para incrementar la presencia militar en el norte de Irlanda, acabará en agosto del 2007, después de más de 30 años. Esta es la operación militar británica más larga de su historia. El número de efectivos del Ejército en el norte de Irlanda en estos momentos es, según el informe publicado por la Comisión de Verificación, de 8.500 soldados, pero para el próximo verano el número de soldados se reducirá a 5.000. En los setenta, el ejército británico desplazó a casi 30.000 soldados al norte de Irlanda. Parte del plan de desmilitarización anunciado por el Gobierno británico incluye la disolución del Royal Irish Regiment, una de las medidas más controvertidas y criticadas por los unionistas. De hecho, más de 1.000 miembros a tiempo parcial de este regimiento han presentado quejas oficiales ante la oferta de compensaciones ofrecida por la Administración londinense. La oferta británica es de más de 240 millones de libras esterlinas más de 352 millones de euros a repartir entre los miembros de los tres batallones. Cada soldado a tiempo parcial recibirá un pago de más de 20.000 euros. Sin embargo, estos últimos exigen más dinero y pensiones similares a la de los soldados británicos a tiempo completo. Un portavoz del Ejército aseguró que las quejas están siendo consideradas.
Desmantelamiento
El regimiento será desmantelado el 1 de agosto del 2007, el mismo día que la Operación Estandarte llegue a su fin. El Royal Irish Regimen fue formado en 1992, a consecuencia de la fusión de los Royal Irish Rangers y el muy odiado Ulster Defence Regiment, en el que muchos paramilitares lealistas actuaban legalmente y cuyos miembros han sido acusados por nacionalistas y republicanos de responsabilidad en actos de connivencia que costaron la vida a muchos católicos. -
DUBLIN
La alianza UUP-PUP, en la picota
La presidenta de la Asamblea norirlandesa, Eileen Bell, ha decidido que la integración del líder y único representante del PUP en la Asamblea, David Ervine, en el grupo parlamentario del UUP va contra las reglas del Parlamento.La decisión de Bell se produce tras consultas con un equipo legal a consecuencia de las protestas que el vínculo entre el PUP al que se asocia con el grupo paramilitar lealista UVF y el UUP despertaron en el seno del partido unionista mayoritario, el DUP. Inicialmente, la presencia de Irvine en el grupo del UUP hubiera brindado a este partido la posibilidad de hacerse con un ministerio más que arrebataría a Sinn Féin en un futuro gabinete norirlandés, dotando a los unionistas de una presencia mayoritaria en el gobierno de seis ministros frente a cinco nacionalistas y republicanos. Sin embargo, las mayores protestas se produjeron no desde Sinn Féin, sino desde el DUP, que amenazó con no aceptar la presencia del UUP en el gobierno al haberse asociado de forma indirecta con un grupo paramilitar. El líder del UUP, Reg Empey, criticó la decisión y aseguró la colaboración con el PUP. Ervine por su parte describió la decisión como de ilógica. La alianza PUP-UUP también causó controversia en el seno de este último partido. La única representante del UUP en el parlamento británico, Lady Hermon, pidió que se pusiera fin a todo vínculo, mientras que uno de los líderes de las juventudes del partido lo abandonó en protesta.
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