Jon-Mirena Landa Gorostiza (*)
Día Internacional de la Paz
Hoy se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Paz. Pero, a diferencia de otras fechas conmemorativas, se esconde detrás de ésta una historia que bien nos puede servir de modelo de cómo la actuación de todos y cada uno de nosotros, incluso de uno sólo de nosotros de forma aislada e individual, puede resultar eficaz frente a la desesperanza y la impotencia que vivimos en un mundo que, desde sus orígenes conocidos, no ha vivido probablemente ni un día sin conflictos armados. Y es que el proyecto de Peace One Day (Paz por un día) comenzó siendo la visión y el sueño de un hombre, el cineasta británico Jeremy Gilley, que aspiraba a promocionar la idea de que podría intentar declararse un alto el fuego al menos un día del año.A veces resulta imprescindible soñar, imaginar proyectos algunos dirán utópicos queriendo decir imposibles para salir de las dinámicas negativas, sociales o individuales, que parecen condenar a perpetuidad los conflictos. Jeremy Gilley fue obteniendo el apoyo activo de gobiernos, agencias de la ONU, organizaciones intergubernamentales, ONG, premios Nobel de la Paz, entidades religiosas, corporaciones, universidades, escuelas, personalidades clave y jóvenes. Por fin, en septiembre de 2001, Peace One Day consiguió su objetivo principal: que todos los estados miembros de la ONU adoptaran la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas (A/Res/55/282), presentada por los gobiernos británico y costarricense, que establece formalmente un día anual de alto el fuego y no violencia en el Día Internacional de la Paz de las Naciones Unidas, o Día de la Paz. Como informa la página web de esta organización (www.peaceoneday.org) Jeremy Gilley y la organización Peace One Day se han embarcado recientemente en un viaje por todo el mundo para informar a los habitantes del planeta de la existencia de este día e involucrarles en el cumplimiento de uno de sus más importantes objetivos: la manifestación práctica de la no violencia y el alto el fuego el día 21 de septiembre conforme a la Resolución UN GA 55/282. A este respecto el largometraje documental “Peace One Day” (al que se puede acceder en la citada página web) se ha convertido en una poderosa herramienta de concienciación. Ha concursado en 34 festivales de cine internacional y su difusión ha sido autorizada en 14 territorios internacionales hasta la fecha. En estos momentos, Jeremy Gilley está produciendo la segunda parte de “Peace One Day” en colaboración con la BBC y Passion Pictures, un film centrado en la aplicación práctica del Día de la Paz. Seiscientos millones de personas de más de cien países ya conocen el Día de la Paz en un año, 2006, en que la sociedad vasca parece que está más cerca que nunca de alcanzarla. Hoy es por tanto un día para la esperanza por más que la tozuda realidad a veces parezca querer encargarse de transmitir la imagen de una paz quebradiza y hasta cierto punto dependiente de los movimientos de los grandes poderes. Todos y cada uno de nosotros, sin embargo, tenemos nuestra capacidad de acción, nuestro potencial pacificador, nuestras ideas, nuestros deseos de paz. Que el día de hoy sirva para tomar conciencia de que una sola persona puede cambiar la realidad y allanar lo que debe ser un camino no a un Día de Paz sino a una paz permanente y a una paz que no se restrinja a la ausencia de conflictos armados sino a la presencia de la justicia, la igualdad y la solidaridad encarnadas en los proyectos sociales y políticos. Aunque no sea más que un gesto aparentemente insignificante, animo a que los lectores visiten la página web de esta organización como elemento de reflexión sobre el potencial de las experiencias positivas. Como decía Gandhi, sabemos que el fin o la meta que nos hemos marcado no es fácil, pero cada pequeño paso en el camino será un triunfo en sí mismo. - (*) Jon-Mirena Landa es director de Derechos Humanos
del Gobierno de Lakua
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