Estudio de Consumer
La cifra de menores de la CAV con obesidad supera la media estatal
Niños y niñas cada vez más obesos y no sólo por comer de manera incorrecta, sino porque en el tiempo de ocio pasan demasiado tiempo frente a la televisión o el ordenador y cada vez menos jugando al fútbol o subidos en la bicicleta. Un estudio de la Fundación Eroski sobre los hábitos de los más pequeños revela que un 10% de los niños y niñas de la CAV sufren obesidad, tres puntos por encima de la media estatal. Un 28% pasan más de dos horas diarias inactivos.
BILBO
«En vez de jugar al fútbol o realizar otra actividad física se dedican a jugar a la consola, ver la televisión o el vídeo». No por sabido, está de más repetir el mensaje. Lo hizo ayer en la capital vizcaina la doctora de la Fundación Dieta Mediterránea Carmen Pérez, quien ofreció las conclusiones del estudio realizado por el Observatorio Idea Sana Consumer, que ha analizado los hábitos saludables en ejercicio físico y ocio entre los niños y niñas de 5 a 16 años, entre ellos los vascos.Los expertos la han definido ya como la epidemia del siglo XXI. Hablamos de la obesidad que afecta a más de mil millones de personas a nivel mundial. En el Estado español, el 26,3% de los individuos de entre 2 y 24 años padecen sobrepeso u obesidad, factores de riesgo de diversas enfermedades crónicas. Entre los principales factores que provocan esta situación, se apuntan los cambios en el entorno y en el comportamiento de los niños y sus familias: un estilo de vida sedentario relacionado con la falta de ejercicio físico y hábitos de entretenimiento pasivos o la tendencia creciente hacia una dieta «rica» en energía, alta en grasa saturada, azúcares simples y baja en fibras. Con esta premisa, el Observatorio Idea Sana Eroski ha analizado los hábitos de vida que los más pequeños ponen en práctica y que pueden favorecer esa creciente obesidad. Las nuevas tecnologías son, según la doctora, una de las causas del sedentarismo entre los más pequeños, ya que «en vez de jugar al fútbol o realizar otra actividad física se dedican a jugar a la consola, ver la televisión o el vídeo». El estudio apunta que el 28% de los jóvenes pasa más de dos horas al día realizando una actividad sedentaria de este tipo, «un periodo superior al recomendado por los médicos». Una actividad tan simple como ir caminando a la escuela, significa, según Pérez, un hábito saludable que ayuda a prevenir la obesidad y el sobrepeso. El 57,8% de los jóvenes acude a su centro a pie, y tan sólo un 0,9% lo hace en bici. Pérez destacó que, del 23,3% que acuden en coche, la mayoría está a tan sólo 30 minutos de casa. Por otra parte, el estudio hace hincapié en las actividades extraescolares, ya que es otra de las costumbres que, según apunta, deben aplicarse y fomentarse entre este sector. En la actualidad, un 36% de estos menores no realiza ningún tipo de actividad de este tipo, lo que Pérez atribuyó a la «sinergia de moda entre los adolescentes». Del análisis de los datos obtenidos se genera una situación preocupante en relación a los adolescentes, dicen estos expertos. Así, el 43% de los adolescentes de 14 a 16 años pasan más de 2 horas diarias ante las pantallas frente al 19% de los niños de entre 5 y 7 años. «Debemos tener en cuenta que este hábito no sólo favorece la pasividad física sino que también incentiva las conductas compulsivas de picoteo y comidas de capricho», apuntan los autores de la investigación. Además, a partir de los 14 años, sólo el 52% realizan actividades deportivas extraescolares frente al 71% de los niños de entre 8 y 10 años. A partir de los 14 años sólo el 52% de los niños realizan actividades deportivas fuera de la escuela. Según los expertos, «la actividad deportiva como hábito incorporado en la conducta también decrece considerablemente con la edad. Los adolescentes abandonan la pauta de hacer actividades extraescolares deportivas motivados por algunos factores como las sinergias de moda entre los jóvenes o la falta de referentes imitativos desde el propio hogar, pues sólo el 35% de los padres hacen deporte o ejercicio físico de forma habitual». El informe también apunta que la gran mayoría de los niños que hacen deporte dedican el tiempo recomendado por los expertos marcado en como mínimo 2 horas a la semana además del ejercicio físico escolar. La natación y el fútbol son los deportes más practicados según los datos de este informe. Esta actividad física es el complemento ideal a las actividades planificadas por los centros escolares que de forma habitual tienen programadas 2 horas a la semana de deporte. Todos estos datos apuntan, según se expone en este extenso estudio de la Fundación Eroski, a extremar las alertas en la etapa adolescente, especialmente a partir de los 11 años, período en el que los hijos empiezan a ser más sensibles a la influencia de los factores externos que influyen en el sobrepeso y obesidad.
Sólo uno de cada tres progenitores hace deporte
GARA
BILBO La doctora Carmen Pérez explicó ayer que los hábitos deportivos de los padres y madres son «importantes» a la hora de educar a los niños en este tipo de actividades, por lo que el estudio refleja que tan sólo un 35% de los progenitores practica algún tipo de actividad física. La opinión de los padres respecto al tema y la percepción que tienen del problema también es un factor importante, a juicio de la experta, que indicó que el 23% de los progenitores cree que sus hijos no tienen el peso adecuado y un 16% que opina que tiene sobrepeso. Recalcó que los padres se empiezan a sensibilizar con el tema y se dan cuenta de que «un niño gordo no es un niño sano». Por otra parte, el 74% de los padres encuestados opina que sus hijos tienen espacios adecuados para practicar deporte, pero sólo el 39,6% afirma que los utiliza habitualmente. No obstante, cabe destacar que los jóvenes de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa son los que más utilizan este tipo de instalaciones.
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