Que nuestros hijos no desayunan como debieran lo oímos cada día por boca de los especialistas en nutrición. Un lácteo, cereales y una fruta es la recomendación que hacen para la primera comida del día cada vez que se les pregunta, pero la realidad es que hay muchos, demasiados escolares, que acuden a clase cada día con sólo un vaso de leche en el estómago.

El año pasado se presentó en Bilbo los resultados del informe ‘‘EnKid’’, en el que colaboraron el hospital de Basurto y el Ayuntamiento de Bilbo. El resultado fue un exceso de grasas animales, carnes, embutidos, aperitivos salados, bollería, golosinas y lácteos, cuando el ideal pasa por aumentar la ingestión de frutas y verduras, retomar de nuevo la merienda del bocadillo de pan.

Unos 14 millones de niños y niñas en Europa sufren sobrepeso y más de tres millones de ellos son incluso obesos, según la Comisión Europea. La UE busca soluciones a esta epidemia. Según la catedrática Kate Steinbeck, experta en salud infantil del Hospital Real Príncipe Alfredo en Sydney y que participaba en una reciente conferencia internacional que abordó la problemática de la obesidad, los niños y niñas de la actual generación serán los primeros en la historia en morir antes que sus padres, por enfermedades derivadas del exceso de peso.

El número de menores con sobrepeso aumenta cada año en 400.000. Bruselas abrió el pasado diciembre una consulta pública para recabar sugerencias sobre la manera de combatir un problema que padece cerca de la mitad de la población de los Veinticinco.

Las respuestas de Estados miembros, autoridades alimentarias, industria e interesados, sugieren la aplicación de políticas para combatir las formas de vida sedentarias y alentar los modos de vida sanos, por ejemplo en el lugar de trabajo.

Ofrecer comidas sanas y bajas en calorías en los restaurantes y los distribuidores de alimentos de las empresas y promover una actividad deportiva o el ejercicio físico cotidiano en esos centros o sus proximidades podría ser de gran utilidad, opinan los interesados. A partir de ellas, la CE tiene previsto elaborar un informe que publicará en el primer semestre de 2007.

Algunas otras propuestas para combatirla son la concesión de ayudas económicas para fomentar el deporte o el aumento de los impuestos sobre los combustibles para disminuir el uso del coche.

Otras medidas propuestas son los incentivos financieros para promover la actividad física, que podrían consistir en la entrega de bonificaciones por parte de las compañías aseguradoras a quienes hagan uso de un medio de transporte «saludable», como la bicicleta.

Asimismo, los expertos sugieren la introducción en las escuelas de programas de educación nutricional, la oferta gratuita o subvencionada de frutas y verduras y la formación adecuada del personal de cocina que trabaja en esos centros. -